26/06/2019, 21:56
Geki sintió como agujasos que le penetraban el hombro. El dolor intenso hizo tensarle los músculos de la zona y su cuerpo debió girar por la fuerza que le aplicó el otro.
En tanto un cabezaso le esperaba cuando lograse posicionarse. Todo había pasado tan inmediato que el genin no había tenido tiempo de reaccionar. El golpe fue duro, seco y rápido. Aunque llevase el protector el dolor lo había logrado atravesar. Pero el Senju no mostró signos de dolor, luego de un breve alarido se paró en frente de Roga. Serio y con el ceño un poco fruncido buscó los ojos del otro y le prestó oído.
"—A mí no me vas a dejar con la palabra en la boca ¿Quieres saber dónde había estado? Con la puta piel quemada y arrancada, agonizando en medio del puto bosque. Estoy vivo de puto milagro cómo para que todavía tenga que soportar tus alegatas por supuestamente llegar tarde. Lo tuve en mente en aquella época, que de hecho, he de decir que me acordé de ti más de dos veces durante el [i]incidente. Aún convaleciente, se me asignó a un nuevo sensei por recomendación de mi kage, así que al menos yo no tenía puto tiempo para eso. Además todavía tuve otra misión a finales del mes que parecía una película. Recién ahora tengo algo de tiempo libre ya que mi sensei anda ocupado sin dar señales de vida. ¿Cómo mierdas sabría yo que estabas aquí esperándome como novia enamorada? Antes de andarte de digno piensa en lo que dices."[/i]
Se mantuvo un silencio largo. El viento lo interrumpía con breves soplos qué peinaban el pasto de los que estaban parados allí. *No recordaba la fuerza de este tipo, o más bien, nunca me la mostró.*
El joven Senju era un tipo que ignoraba muchas cosas, pero no era un tonto. Ya había recibido una paliza hasta el momento y sabía que las cuerdas se rompían por el lado más fino, así que decidió guardar respetó por el cabellos teñidos.
Su cara se fue descontracturando, hasta quedar plana.
—¿Me dices a mí novia enamorada y tú estabas cantando serenatas? —
Su cara se de quedó en una media sonrisa que después se transformó en una carcajada contenida entre cachetes. No sabía si el otro estaba siendo sincero, pero algo estaba claro, la fuerza de Roga podría ser de mucha utilidad. Y bueno, la cuota de suerte que traía siempre. Al menos a Geki no le había llegado hasta el momento.
—Bueno para ser sincero, yo he fracasado todos estos días. A ver si pones tu magia y tenemos un poco más de suerte. ¿Trajiste agua esta vez? Concluyó payasesco.
En tanto un cabezaso le esperaba cuando lograse posicionarse. Todo había pasado tan inmediato que el genin no había tenido tiempo de reaccionar. El golpe fue duro, seco y rápido. Aunque llevase el protector el dolor lo había logrado atravesar. Pero el Senju no mostró signos de dolor, luego de un breve alarido se paró en frente de Roga. Serio y con el ceño un poco fruncido buscó los ojos del otro y le prestó oído.
"—A mí no me vas a dejar con la palabra en la boca ¿Quieres saber dónde había estado? Con la puta piel quemada y arrancada, agonizando en medio del puto bosque. Estoy vivo de puto milagro cómo para que todavía tenga que soportar tus alegatas por supuestamente llegar tarde. Lo tuve en mente en aquella época, que de hecho, he de decir que me acordé de ti más de dos veces durante el [i]incidente. Aún convaleciente, se me asignó a un nuevo sensei por recomendación de mi kage, así que al menos yo no tenía puto tiempo para eso. Además todavía tuve otra misión a finales del mes que parecía una película. Recién ahora tengo algo de tiempo libre ya que mi sensei anda ocupado sin dar señales de vida. ¿Cómo mierdas sabría yo que estabas aquí esperándome como novia enamorada? Antes de andarte de digno piensa en lo que dices."[/i]
Se mantuvo un silencio largo. El viento lo interrumpía con breves soplos qué peinaban el pasto de los que estaban parados allí. *No recordaba la fuerza de este tipo, o más bien, nunca me la mostró.*
El joven Senju era un tipo que ignoraba muchas cosas, pero no era un tonto. Ya había recibido una paliza hasta el momento y sabía que las cuerdas se rompían por el lado más fino, así que decidió guardar respetó por el cabellos teñidos.
Su cara se fue descontracturando, hasta quedar plana.
—¿Me dices a mí novia enamorada y tú estabas cantando serenatas? —
Su cara se de quedó en una media sonrisa que después se transformó en una carcajada contenida entre cachetes. No sabía si el otro estaba siendo sincero, pero algo estaba claro, la fuerza de Roga podría ser de mucha utilidad. Y bueno, la cuota de suerte que traía siempre. Al menos a Geki no le había llegado hasta el momento.
—Bueno para ser sincero, yo he fracasado todos estos días. A ver si pones tu magia y tenemos un poco más de suerte. ¿Trajiste agua esta vez? Concluyó payasesco.