23/07/2019, 14:51
El peliverde afirmó parcialmente, a lo cuál Etsu quedó un poco intrigado. El chico sin embargo no se hizo muy de rogar, sin preámbulos informó de la situación tan peculiar que vivía. Sus padres le habían arrastrado por tomar unas vacaciones, y aunque Daigo quería entrenar, veía que sus padres estaban realmente felices. Quería entrenar, pero no quería romper esa efímera felicidad.
—Oh... entiendo.
Daigo desvió la mirada hacia un flanco, pareciendo extrañado por la presencia de un par de chicos, los cuales se acercaban sin tapujo hacia ellos. Uno lucía pálido, realmente pálido. Con cabellera del color del carbón, y rasgos no demasiado destacables salvo ese impactante color de piel. El otro sin embargo sí que parecía un tanto más singular... tenía una cabellera larga y de color amarillo platino, que casi podría confundirse con destellos dorados. Contrastaba enormemente con su tono de piel, un impacto visual un tanto descarado, pues su piel y sus pelos eran polos opuestos. Era como mezclar ketchup con café, o mezclar helado con sal. Por un instante Etsu quedó pensando de qué le sonaban tanto. Recordaba sus caras, pero no tenía muy claro de qué.
Con un enérgico saludo, Daigo saludó a éstos incluso alzando la mano. Por lo visto, él si que los conocía. Fue entonces que el de tez pálida saludó al grupo que recién se había formado. El de la coleta parecía llamarse Yota, y conocían a Daigo. Era casi obvio, podía deducirse que eran de Kusagakure también. Pero fue cuando se dirigió al Inuzuka que éste comprendió de que le sonaba sus caras.
El examen donde tanto se lió...
El chico realizó una reverencia para presentarse formalmente, anunciando su nombre como Eikyu Juro. Se trataba ni mas ni menos que del jinchuriki de la aldea. Nadie en Kusagakure podía tener en olvido ese nombre. Ni el suyo, ni el de los jinchurikis de las aldeas restantes.
—Mi nombre... mi nombre es Inuzuka Etsu, y éste es Inuzuka Akane —anunció en lo que devolvía la reverencia.
Y sin pretenderlo, quedó bastante tenso. No sabía si sentirse cómodo o qué estando cerca del dueño del demonio con colas... era como estar al lado de una persona que tiene una bomba en la mochila.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~