4/08/2019, 12:39
La chica samurái sonrió al escucharme. Por un segundo pensé que le había hecho gracia, pero luego, cuando lentamente desenvainó su espada y apuntó hacía mi, supe que me había equivocado.
—¿Querías enfrentarte a mí? —pregunto. La respuesta era obvia—. Aquí hay suficiente sitio para que entrenen dos. Y veo que llevas tu espada encima.
Sonreí.
Después de verla moverse con la espada, sabia de sobra que mis posibilidades eran mínimas. Ella desde luego era mas diestra con la espada, seguramente era también mas rápida y mas fuerte. Y sin embargo, todo eso me daba igual.
Caminé hasta recortar lo suficiente la distancia que nos separaba y desenvainé, también lentamente, mi espada. Tsubame, la mejor hoja que había forjado mi padre. También portaba conmigo la wakazishi, y era lo suficientemente diestro para manejar dos espadas a la vez, pero hacía tiempo que había decidido que esa no era mi forma de pelear, y solo la llevaba por si quedaba desarmado.
Adopte posición de batalla, cogiendo la espada con ambas manos, la izquierda por encima de la derecha, y adelantando el pie izquierdo. Yo no era zurdo, diestro tampoco, pero solía utilizar la mano izquierda con mas frecuencia.
—Cuando quieras.
Estaba encantado con la idea de entrenar con alguien que no fuese mi madre. Lo poco que había visto de Yuuna no era suficiente para hacerme una idea de como peleaba, solo de su destreza, por eso no me atreví a dar el primer paso.
—¿Querías enfrentarte a mí? —pregunto. La respuesta era obvia—. Aquí hay suficiente sitio para que entrenen dos. Y veo que llevas tu espada encima.
Sonreí.
Después de verla moverse con la espada, sabia de sobra que mis posibilidades eran mínimas. Ella desde luego era mas diestra con la espada, seguramente era también mas rápida y mas fuerte. Y sin embargo, todo eso me daba igual.
Caminé hasta recortar lo suficiente la distancia que nos separaba y desenvainé, también lentamente, mi espada. Tsubame, la mejor hoja que había forjado mi padre. También portaba conmigo la wakazishi, y era lo suficientemente diestro para manejar dos espadas a la vez, pero hacía tiempo que había decidido que esa no era mi forma de pelear, y solo la llevaba por si quedaba desarmado.
Adopte posición de batalla, cogiendo la espada con ambas manos, la izquierda por encima de la derecha, y adelantando el pie izquierdo. Yo no era zurdo, diestro tampoco, pero solía utilizar la mano izquierda con mas frecuencia.
—Cuando quieras.
Estaba encantado con la idea de entrenar con alguien que no fuese mi madre. Lo poco que había visto de Yuuna no era suficiente para hacerme una idea de como peleaba, solo de su destreza, por eso no me atreví a dar el primer paso.