6/08/2019, 02:36
Agradecí que Naoko que ignorase, como yo, las palabras del antisocial, o que por lo menos no indagase más en el asunto, a decir la verdad, y siendo realmente objetivos, cada quien tenía un poco de razón, a mi parecer. Poco después vino la presentación del muchacho, quien adoptó una pose original y única, para ser sincera le pegaba con su apariencia, pero mi rostro no denotaba ningún tipo de aprobación todavía.
«King Rouga...» repetí mentalmente, no olvidaría ese nombre.
King se apresuró a dar explicaciones por lo sucedido aclarando que tenía motivos para reaccionar de aquella manera, que sí hubiera sabido mi rango militar y mi asociación a una de las villas la historia fuera diferente, claro no lo dijo así, era lo mismo pero con otras palabras. Al fin y al cabo tampoco tenía porque estar mintiendo, sí es que realmente decía la verdad.
Suspiré.
Mantuve mi mano estirada esperando el dichoso apretón, mientras le taladraba con la mirada, pero nuestro encuentro nunca llegó. Rouga se lanzó al suelo, depositó sus manos y su frente tan bajo como el piso se lo permitió —Por el honor que mantengo como shinobi de la lluvia, lamento la ofensa cometida, Aburame— expresó con total sinceridad.
Aquella posición me tomó por sorpresa, no esperaba que una persona tan grosera como él supiera del código de etiqueta; indistintamente su reverencia había logrado su cometido, incluso empezaba a apenarme la situación.
—Tus intenciones han quedado claras— comentó Aburame con tono severo —. Y tu arrepentimiento también— suavizó con el mismo tono [colo=lightcoral]—. Levántate chico[/color]— pidió, luego sentí su mirada clavada en mi, aclaró su garganta, exigía un acto similar.
Mi mano volvió al costado de mi cuerpo, y en cuanto Rouga se levantó fui yo quien hice una reverencia, no tan marcada como la de él, no me tiré al suelo, pero sí incliné mi dorso en un ángulo de cuarenta y cinco grados, y me mantuve ahí varios segundos —. Acepto tus disculpas, yo también lamento no haberme presentado como es debido— dije con un tono más suave y calmado.
—Sí no hay más nada que agregar...— dijo dando chance a algún intercambio de palabras por parte de los genins.
«King Rouga...» repetí mentalmente, no olvidaría ese nombre.
King se apresuró a dar explicaciones por lo sucedido aclarando que tenía motivos para reaccionar de aquella manera, que sí hubiera sabido mi rango militar y mi asociación a una de las villas la historia fuera diferente, claro no lo dijo así, era lo mismo pero con otras palabras. Al fin y al cabo tampoco tenía porque estar mintiendo, sí es que realmente decía la verdad.
Suspiré.
Mantuve mi mano estirada esperando el dichoso apretón, mientras le taladraba con la mirada, pero nuestro encuentro nunca llegó. Rouga se lanzó al suelo, depositó sus manos y su frente tan bajo como el piso se lo permitió —Por el honor que mantengo como shinobi de la lluvia, lamento la ofensa cometida, Aburame— expresó con total sinceridad.
Aquella posición me tomó por sorpresa, no esperaba que una persona tan grosera como él supiera del código de etiqueta; indistintamente su reverencia había logrado su cometido, incluso empezaba a apenarme la situación.
—Tus intenciones han quedado claras— comentó Aburame con tono severo —. Y tu arrepentimiento también— suavizó con el mismo tono [colo=lightcoral]—. Levántate chico[/color]— pidió, luego sentí su mirada clavada en mi, aclaró su garganta, exigía un acto similar.
Mi mano volvió al costado de mi cuerpo, y en cuanto Rouga se levantó fui yo quien hice una reverencia, no tan marcada como la de él, no me tiré al suelo, pero sí incliné mi dorso en un ángulo de cuarenta y cinco grados, y me mantuve ahí varios segundos —. Acepto tus disculpas, yo también lamento no haberme presentado como es debido— dije con un tono más suave y calmado.
—Sí no hay más nada que agregar...— dijo dando chance a algún intercambio de palabras por parte de los genins.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
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