19/08/2019, 11:50
— Sí, aquí, ¿hay algún problema? — dijo con un cierto tono desafiante — si lo prefieres puedes dormir en la calle
Con Mei o sin ella, Toba seguiría avanzando, atravesando la puerta que daba lugar a la recepción de aquel hotel. Era un lugar bastante sencillo, hecho con paredes de madera y el suelo rellenado con baldosas frías y gfrisáceas. La verdad es que el gusto brillaba por su ausencia. Tampoco había mucha cosa que considerar como adorno.
Un tipo vestido de blanco estaba esperando a Toba para guiarlo hasta su habitación, llevaba en su mano un par de llaves. Subió las escaleras hasta el piso superior y se detuvo hasta una puerta que tenía impreso el número 33. Allí hizo entrega de una de las llaves a Toba.
— Esta es la su habitación, señor. que pase una buena noche y disfrute de su estancia
— Bien — Toba lanzó una mirada hacia Mei — Intenta no meterte en líos y estate preparada mañana a las 8 en punto para partir
El encargado del hotel miró también a Mei cuando el viejo cerró la puerta de la habitación y accedió a su interior.
— ¿Me acompañas hasta la tuya?
Fue entonces cuando la gennin pudo darse cuenta de la notoria cicatriz que cruzaba la nariz del encargado en diagonal, de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
Con Mei o sin ella, Toba seguiría avanzando, atravesando la puerta que daba lugar a la recepción de aquel hotel. Era un lugar bastante sencillo, hecho con paredes de madera y el suelo rellenado con baldosas frías y gfrisáceas. La verdad es que el gusto brillaba por su ausencia. Tampoco había mucha cosa que considerar como adorno.
Un tipo vestido de blanco estaba esperando a Toba para guiarlo hasta su habitación, llevaba en su mano un par de llaves. Subió las escaleras hasta el piso superior y se detuvo hasta una puerta que tenía impreso el número 33. Allí hizo entrega de una de las llaves a Toba.
— Esta es la su habitación, señor. que pase una buena noche y disfrute de su estancia
— Bien — Toba lanzó una mirada hacia Mei — Intenta no meterte en líos y estate preparada mañana a las 8 en punto para partir
El encargado del hotel miró también a Mei cuando el viejo cerró la puerta de la habitación y accedió a su interior.
— ¿Me acompañas hasta la tuya?
Fue entonces cuando la gennin pudo darse cuenta de la notoria cicatriz que cruzaba la nariz del encargado en diagonal, de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa