28/08/2019, 15:00
Juro había lanzado una pregunta al aire, con la esperanza de que las muchachas reflexionasen. La respuesta, sin embargo, fue más que sorprendente, no solo por la contundencia con la que la dijeron, sino por el poco tiempo que necesitaron para pensarlo.
—Ciertamente, no
—Creo que el tenernos la una a la otra es suficiente
« Son unas chicas interesantes. Es una pena » — Juro entendía su opinión, aunque no la compartía. Él habría removido cielo y tierra para encontrar sus orígenes, si es que hubieran estado escondidos en alguna parte. Los suyos eran simples y tenía familia que los corroboraban. La falta de curiosidad de las gemelas le apeno.
Aun así, las muchachas tenían otra duda: Cómo se sentía una persona única. Juro supo a que se referían. Imaginó que, teniendose la una a la otra, nunca lo habían experimentado.
« De alguna forma, yo también soy único » — Era el contenedor del siete colas. Por supuesto que no era el unico (había, al menos, otros dos jinchurikis más en el mundo) pero ahí , se encontraba solo, puesto que nadie en la villa podía entenderle ni comprenderle. Solo asustarse de él, o alejarse. Muy pocos le habían aceptado, y la mayoría, porque lo conocían de antes de que sucediera.
— No es algo agradable — admitió Juro —. Sentirse especial no es más que la apariencia superficial. Te sientes solo. Puedes relacionarte con otras personas, claro, pero realmente, ellas no te entienden. Ellos te observan; algunos se alejan, otros te temen, si es que esa peculiaridad puede ser peligrosa. Las personas más buenas te aceptan, pero nunca acaban de entenderte.
» Supongo que es la soledad del saber que nadie puede entenderte del todo, lo que hace horrible el ser único — admitió Juro, desviando la mirada hacia el suelo.
—Ciertamente, no
—Creo que el tenernos la una a la otra es suficiente
« Son unas chicas interesantes. Es una pena » — Juro entendía su opinión, aunque no la compartía. Él habría removido cielo y tierra para encontrar sus orígenes, si es que hubieran estado escondidos en alguna parte. Los suyos eran simples y tenía familia que los corroboraban. La falta de curiosidad de las gemelas le apeno.
Aun así, las muchachas tenían otra duda: Cómo se sentía una persona única. Juro supo a que se referían. Imaginó que, teniendose la una a la otra, nunca lo habían experimentado.
« De alguna forma, yo también soy único » — Era el contenedor del siete colas. Por supuesto que no era el unico (había, al menos, otros dos jinchurikis más en el mundo) pero ahí , se encontraba solo, puesto que nadie en la villa podía entenderle ni comprenderle. Solo asustarse de él, o alejarse. Muy pocos le habían aceptado, y la mayoría, porque lo conocían de antes de que sucediera.
— No es algo agradable — admitió Juro —. Sentirse especial no es más que la apariencia superficial. Te sientes solo. Puedes relacionarte con otras personas, claro, pero realmente, ellas no te entienden. Ellos te observan; algunos se alejan, otros te temen, si es que esa peculiaridad puede ser peligrosa. Las personas más buenas te aceptan, pero nunca acaban de entenderte.
» Supongo que es la soledad del saber que nadie puede entenderte del todo, lo que hace horrible el ser único — admitió Juro, desviando la mirada hacia el suelo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60