22/11/2015, 06:21
- ¡Nunca en mi vida me insultaron de tal manera! - Seguía chillando la kunoichi que no paraba de gritar y retorcerse en el lugar por lo que había escuchado, hasta que finalmente pudo ver el motivo de la confusión y era simplemente un hombre miope. - ¿Eh... ?- Fue lo único que soltó la rubia que miraba con una expresión de total desconcierto al ver como los pequeños ojos del hombre cuadruplicaron su tamaño.
A juzgar por el grosor de los cristales podría decirse que el hombre estaba prácticamente ciego, seguramente lo único que podía vislumbrar eran siluetas de colores y puede que su rango de visión no pase de la longitud de su propio brazo, pero no era eso lo importante. Al instante en que pudo ver a ambas chicas el hombre comenzó a sonreír de una manera de lo más perturbadora.
No hablaba, pero si respondía mediante gestos a las preguntas de la albina que también había sido víctima de aquella mirada perturbadora aunque no al mismo nivel de Noemi que había tenido un escalofrío exagerado y había retrocedido un par de pasos, casi que se escondía detrás de la Hyuuga con tal de escaparse de esa mirada pero no, su orgullo estaba en juego.
—¿Crees que está bien?—
- Nos devoró con la mirada... - Fue lo primero que atinó a responder la rubia que ya se había hecho la idea de salir de allí al ver que el hombre estaba prácticamente noqueado. - Mira... Ese tipo es un pervertido... Las hemorragias que tuvo seguramente fueron por culpa de su excitación así que lo mejor si quieres ayudarle sería que nos vayamos de aquí... - Explicó Noemi como si tuviese bastante experiencia con esos asuntos.
La realidad era que si bien, tenía algo de experiencia, no era tanta como para no sentirse perturbada por esas miradas tan obvias que la devoraban completamente. ~ Encima no fue solo por mi, por Mitsuki también... ~ Decía en su propia cabeza, aunque era consciente de que la chica que tenía ahora mismo a su lado también era bastante bonita, aunque no lo suficiente para hacer que Noemi patease en contra.
A juzgar por el grosor de los cristales podría decirse que el hombre estaba prácticamente ciego, seguramente lo único que podía vislumbrar eran siluetas de colores y puede que su rango de visión no pase de la longitud de su propio brazo, pero no era eso lo importante. Al instante en que pudo ver a ambas chicas el hombre comenzó a sonreír de una manera de lo más perturbadora.
No hablaba, pero si respondía mediante gestos a las preguntas de la albina que también había sido víctima de aquella mirada perturbadora aunque no al mismo nivel de Noemi que había tenido un escalofrío exagerado y había retrocedido un par de pasos, casi que se escondía detrás de la Hyuuga con tal de escaparse de esa mirada pero no, su orgullo estaba en juego.
—¿Crees que está bien?—
- Nos devoró con la mirada... - Fue lo primero que atinó a responder la rubia que ya se había hecho la idea de salir de allí al ver que el hombre estaba prácticamente noqueado. - Mira... Ese tipo es un pervertido... Las hemorragias que tuvo seguramente fueron por culpa de su excitación así que lo mejor si quieres ayudarle sería que nos vayamos de aquí... - Explicó Noemi como si tuviese bastante experiencia con esos asuntos.
La realidad era que si bien, tenía algo de experiencia, no era tanta como para no sentirse perturbada por esas miradas tan obvias que la devoraban completamente. ~ Encima no fue solo por mi, por Mitsuki también... ~ Decía en su propia cabeza, aunque era consciente de que la chica que tenía ahora mismo a su lado también era bastante bonita, aunque no lo suficiente para hacer que Noemi patease en contra.