21/09/2019, 17:22
—Kazuma-kun —A Juro no le pasó desapercibido el detalle de que su voz sonaba muy lejana. Demasiado —. Algo extraño está ocurriendo aquí. Quédate quieto, unos momentos, y escucha. ¿Oyes el sonido de la lluvia y de la tormenta? ¿¿El ruido de la cama cuando me muevo, o de la puerta cuando se abre? ¿Escuchas mi voz en su tono habitual? ¿O por el contrario, escuchas otros sonidos provenientes de tu cuerpo?
Kazuma le miro un tanto extrañado, mas dormido que despierto. Se quedó unos instantes pensando, procesando lo que le estaban diciendo hasta que su mente se aclaró un poco y pudo hablar:
—Claro... —Se desarropo y levanto, con la pesadez y paciencia de un anciano.
Encendió la luz de una lámpara de aceite y se acercó a la pared opuesta a la puerta, donde comenzó a tantear la superficie. Todo esto se operó en absoluto silencio; pero en cuanto movió las planchas de lo que parecía ser una ventana fuertemente cerrada, se hizo presente el sonido: el rugir lejano de la tormenta y el crujir de la fachada.
—¿Así está mejor? —pregunto, aun con mucho sueño.
Kazuma le miro un tanto extrañado, mas dormido que despierto. Se quedó unos instantes pensando, procesando lo que le estaban diciendo hasta que su mente se aclaró un poco y pudo hablar:
—Claro... —Se desarropo y levanto, con la pesadez y paciencia de un anciano.
Encendió la luz de una lámpara de aceite y se acercó a la pared opuesta a la puerta, donde comenzó a tantear la superficie. Todo esto se operó en absoluto silencio; pero en cuanto movió las planchas de lo que parecía ser una ventana fuertemente cerrada, se hizo presente el sonido: el rugir lejano de la tormenta y el crujir de la fachada.
—¿Así está mejor? —pregunto, aun con mucho sueño.