25/09/2019, 21:46
Aquella noche Kazuma soñó mucho, soñó con cosas extrañas y familiares, con cosas inverosímiles y muy realistas; y estos sueños les eran tan claros como el cristal, pero cuando la mañana le invito a abrir los ojos, todo los soñado perdió forma y sentido. Al principio lo recordaba todo claramente, pero para cuando llego al baño y se lavó el rostro, las imágenes se hicieron lejanas y escaparon a su memoria.
«¿Por qué es tan difícil mantener un sueño sujeto a la memoria?», se preguntó, un poco frustrado.
Pero no había sentido en lamentarse por lo olvidado; lo mejor que podía hacer era continuar con su hacer: le habían ofrecido calentar el agua, pero decidió darse un baño de agua fría que casi le arrebata algunos lamentos. Se acomodó el cabello y se lo unto con un poco de aceite de coco que le había ofrecido una de las hermanas. Termino por acomodar su ropa y dirigirse al comedor.
No estaba seguro a qué hora se despertaría su sensei, pero para cuando lo hiciera podría conseguirlo en el comedor, disfrutando de una enorme tasa de avena especiada, humeante y espesa. Por supuesto, también habría una para él, si gustaba de tan sencilla comida.
«¿Por qué es tan difícil mantener un sueño sujeto a la memoria?», se preguntó, un poco frustrado.
Pero no había sentido en lamentarse por lo olvidado; lo mejor que podía hacer era continuar con su hacer: le habían ofrecido calentar el agua, pero decidió darse un baño de agua fría que casi le arrebata algunos lamentos. Se acomodó el cabello y se lo unto con un poco de aceite de coco que le había ofrecido una de las hermanas. Termino por acomodar su ropa y dirigirse al comedor.
No estaba seguro a qué hora se despertaría su sensei, pero para cuando lo hiciera podría conseguirlo en el comedor, disfrutando de una enorme tasa de avena especiada, humeante y espesa. Por supuesto, también habría una para él, si gustaba de tan sencilla comida.