29/11/2015, 12:15
Kazuma no le cortó a la hora de comer, por lo cual decidió hacerse con toda la comida que estaba en su mano para satisfacer su hambre, sonrió al ver como el Ishimura procedió a comer junto a ella, bueno, mejor dicho, en frente de la kunoichi de cabellos azules.
''La verdad... Es que es muy agradable tener una comida así de vez en cuando''
Su estómago gruñó, emitiendo un sonido ya no de hambre, si no de pequeña culpa. Estaba haciendo este trayecto completamente gratis, y eso le hacía sentirse un poco nerviosa, ¿le descontarían a Kazuma el dinero que estaba gastando? ¿Le despedirían? Sus ojos se oscurecieron ante tal pensamiento, y negó con la cabeza varias veces intentando disipar esos pensamientos. Mostrando de nuevo una sonrisa y tomando otra bolita de arroz. No había por qué preocuparse, y si sí lo había, ella misma pagaría al albino por sus servicios.
—Espero que aun te quede un poco de espacio, porque tengo algo genial aquí -
Captando de nuevo su atención con aquella frase y haciendo que sus malos pensamientos se distanciasen de su mente, observó curiosa los movimientos del joven. Sacó una pequeña mesa de madera y justo encima colocó dos preciosos vasos con graciosos dibujos en ellos. Notó como en sus fosas nasales entraban los olores del contenido de la jarra y no pudo evitar ensanchar más su sonrisa: era limonada, una de sus bebidas favoritas. Pero todo no quedó ahí, ya que sus ojos esmeralda pudieron captar un brillo marrón...
-¡Un pastel!- Logró chillar emocionada cuando dejó su porción correspondiente en el plato. Y lo observó con anhelo y gula.
—Casi es demasiado bonito para comerlo… Bueno casi.
Asintió enérgicamente, y sin dudarlo más, utilizó su cucharilla para arrancar una porción y llevándoselo a la boca. ¡Estaba delicioso! Aunque no sabía si debía mezclarlo con la limonada, ya que el cítrico y el dulce sabrían bastante mal juntos... Cuando terminó de devorar ese delicioso manjar, y de beberse esa riquísima limonada, se dio cuenta de lo que se avecinaba: oscuras nubes que traían lluvia con ellas.
-Oh, oh... - susurró señalando lo anteriormente visto.-Kazuma-san, ¿sería mejor dar la vuelta?
''La verdad... Es que es muy agradable tener una comida así de vez en cuando''
Su estómago gruñó, emitiendo un sonido ya no de hambre, si no de pequeña culpa. Estaba haciendo este trayecto completamente gratis, y eso le hacía sentirse un poco nerviosa, ¿le descontarían a Kazuma el dinero que estaba gastando? ¿Le despedirían? Sus ojos se oscurecieron ante tal pensamiento, y negó con la cabeza varias veces intentando disipar esos pensamientos. Mostrando de nuevo una sonrisa y tomando otra bolita de arroz. No había por qué preocuparse, y si sí lo había, ella misma pagaría al albino por sus servicios.
—Espero que aun te quede un poco de espacio, porque tengo algo genial aquí -
Captando de nuevo su atención con aquella frase y haciendo que sus malos pensamientos se distanciasen de su mente, observó curiosa los movimientos del joven. Sacó una pequeña mesa de madera y justo encima colocó dos preciosos vasos con graciosos dibujos en ellos. Notó como en sus fosas nasales entraban los olores del contenido de la jarra y no pudo evitar ensanchar más su sonrisa: era limonada, una de sus bebidas favoritas. Pero todo no quedó ahí, ya que sus ojos esmeralda pudieron captar un brillo marrón...
-¡Un pastel!- Logró chillar emocionada cuando dejó su porción correspondiente en el plato. Y lo observó con anhelo y gula.
—Casi es demasiado bonito para comerlo… Bueno casi.
Asintió enérgicamente, y sin dudarlo más, utilizó su cucharilla para arrancar una porción y llevándoselo a la boca. ¡Estaba delicioso! Aunque no sabía si debía mezclarlo con la limonada, ya que el cítrico y el dulce sabrían bastante mal juntos... Cuando terminó de devorar ese delicioso manjar, y de beberse esa riquísima limonada, se dio cuenta de lo que se avecinaba: oscuras nubes que traían lluvia con ellas.
-Oh, oh... - susurró señalando lo anteriormente visto.-Kazuma-san, ¿sería mejor dar la vuelta?