29/11/2015, 15:50
La chica con la extraña calavera siguió hablando con su extraño lenguaje. Parecío resignarse a que Juro no lo iba a entender.
- Nada, vamosalhospital. -
El chico comenzó a detectar patrones en la segunda frase que dijo, algo similar acerca de un hospital. Frunció el ceño, aunque no era lo que tenía que usar para entenderla.
"Espera... ¿Habla así? Si antes hablaba normal..."
Desde luego, era una chica muy extraña. Primero va vestida por la calle con una calavera parlante, como si fuera una broma cruel, y después, insiste en llevarle al hospital. Y ahora esto.
- ¿Ycómotella...? -
En ese momento, la chica soltó un agudo chillido que casi le salta los timpanos. Se giró, esperando encontrar lo que fuese que hubiese pasado, para verla de rodillas, con ambas manos en su extraña mascara. Se levantó rapidamente, pero parecía que algo grave le había pasado.
- Odio edto... - Dijo en un tonito bajo de voz la chica a la que se le había salido una lágrima a causa del dolor. - Dedía... ¿Cómo de lamas...? -
Ahora su forma de hablar había vuelto a cambiar. Pero esta vez lo entendió mejor, su voz iba mucho más lenta que antes. Y por el tono y la forma, supuso que se había mordido la lengua.
Tuvo miedo de que no quisiese hablar, o que por el contrario, volviese a modersela. Pero para no parecer maleducado, decidió contestarle
- ¿Estas bien? ¿Tu también necesitas el hospital? - le preguntó, con serenidad, al entender un poco lo que le pasaba, aunque tampoco tenía ni idea de que hacer ante ello - Me llamo Juro... ¿Como te llamas tu?
- Nada, vamosalhospital. -
El chico comenzó a detectar patrones en la segunda frase que dijo, algo similar acerca de un hospital. Frunció el ceño, aunque no era lo que tenía que usar para entenderla.
"Espera... ¿Habla así? Si antes hablaba normal..."
Desde luego, era una chica muy extraña. Primero va vestida por la calle con una calavera parlante, como si fuera una broma cruel, y después, insiste en llevarle al hospital. Y ahora esto.
- ¿Ycómotella...? -
En ese momento, la chica soltó un agudo chillido que casi le salta los timpanos. Se giró, esperando encontrar lo que fuese que hubiese pasado, para verla de rodillas, con ambas manos en su extraña mascara. Se levantó rapidamente, pero parecía que algo grave le había pasado.
- Odio edto... - Dijo en un tonito bajo de voz la chica a la que se le había salido una lágrima a causa del dolor. - Dedía... ¿Cómo de lamas...? -
Ahora su forma de hablar había vuelto a cambiar. Pero esta vez lo entendió mejor, su voz iba mucho más lenta que antes. Y por el tono y la forma, supuso que se había mordido la lengua.
Tuvo miedo de que no quisiese hablar, o que por el contrario, volviese a modersela. Pero para no parecer maleducado, decidió contestarle
- ¿Estas bien? ¿Tu también necesitas el hospital? - le preguntó, con serenidad, al entender un poco lo que le pasaba, aunque tampoco tenía ni idea de que hacer ante ello - Me llamo Juro... ¿Como te llamas tu?