5/10/2019, 23:07
Cada patada que intentaba el chico iba acompañada de una caída distinta por parte del inexperto genin.
Sin refinar, sin estilo, cada una de ellas fue lanzada con la misma destreza que un estudiante de academia cojo en su primera lección de Taijutsu. Quizá un poco mejor.
No mucho después, Daigo notó a un buen compañero suyo y a su parlanchina araña observando su entrenamiento.
Se trataba de Sasagani Yota, un impulsivo genin que rápidamente se había convertido en un preciado amigo del peliverde.
—¡Hola, Yota-kun! —saludó enérgicamente, agitando la mano en lo alto.
Sin refinar, sin estilo, cada una de ellas fue lanzada con la misma destreza que un estudiante de academia cojo en su primera lección de Taijutsu. Quizá un poco mejor.
No mucho después, Daigo notó a un buen compañero suyo y a su parlanchina araña observando su entrenamiento.
Se trataba de Sasagani Yota, un impulsivo genin que rápidamente se había convertido en un preciado amigo del peliverde.
—¡Hola, Yota-kun! —saludó enérgicamente, agitando la mano en lo alto.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.