10/10/2019, 20:26
—Si se quedó aquí fue porque encontró la paz que tanto buscaría —aventuró Juro, con una sonrisa.
—Yo también lo creo —confirmo aquel hombre—. No todos tienen la posibilidad de rehacer su vida y encontrar la paz.
—¿Qué le sucedió? —se atrevió a preguntar Kazuma, luciendo tan sereno como siempre.
—Pues… Inochiko (Así se llamaba ella) sufría del corazón, al menos desde que la conocí. Al principio no era nada grave, pero en los últimos tiempos tenía problemas de fatiga y baja tensión —recordó saboreando su bebida como si esta también tuviera recuerdos escondidos—. Cuando falleció, el médico me dijo que por la cicatriz que tenía en su pecho, parecía como si un rayo hubiese tomado forma de garra e intentase arrancarle el corazón.
»Y, según el mismo, era imposible que una persona sobreviviese a un golpe como ese; menos aun que lo hiciese durante tantos años.
—Yo también lo creo —confirmo aquel hombre—. No todos tienen la posibilidad de rehacer su vida y encontrar la paz.
—¿Qué le sucedió? —se atrevió a preguntar Kazuma, luciendo tan sereno como siempre.
—Pues… Inochiko (Así se llamaba ella) sufría del corazón, al menos desde que la conocí. Al principio no era nada grave, pero en los últimos tiempos tenía problemas de fatiga y baja tensión —recordó saboreando su bebida como si esta también tuviera recuerdos escondidos—. Cuando falleció, el médico me dijo que por la cicatriz que tenía en su pecho, parecía como si un rayo hubiese tomado forma de garra e intentase arrancarle el corazón.
»Y, según el mismo, era imposible que una persona sobreviviese a un golpe como ese; menos aun que lo hiciese durante tantos años.