23/10/2019, 04:12
Entonces, cuando el salseo estaba en todo su apogeo; la intervención del camarero dejó las viejas historias del escualo en un segundo plano, pues ahora más que tragos, traía a la mesa una proposición que algunos considerarían indecente. Indecente porque, sabiendo que aquellos tres chicos eran ninjas —que no todos sirvientes de alguna de las Tres Grandes Aldeas—. aún así se arriesgó a compartir con ellos la posibilidad de obtener un buen botín, oculto en algún lado del Valle de Unraikyo. Para la sorpresa del Tiburón, Akame fue el primero en contestar al anzuelo, aunque de una forma tan reticente como de costumbre. Una amenaza velada de por medio, también, para que no le quedara duda al camarero de que no estaba tratando con los típicos shinobi de siempre.
Kaido se cruzó de brazos con la ceja alzada, expectante.
Kaido se cruzó de brazos con la ceja alzada, expectante.