7/12/2015, 19:42
(Última modificación: 17/12/2015, 15:28 por Sasagani Yota.)
Fue algo repentino y atendía a razón alguna. Era tan simple como que de pronto tuve la necesidad imperiosa de hacerlo, dejando de lado mis pocas responsabilidades y actuando de forma totalmente egoísta.
-¡Eso es! Debería ir a verlo...- dije, pensando en voz alta sentado sobre la cama.
Después de inspeccionar vi que no había nadie en casa, quizás mamá tuvo que salir temprano por algo... No me daba tiempo de esperarla y decirle que me iba a ausentar por unos días, así que le dejé una nota indicándole el motivo de mi ausencia. Acto seguido puse rumbo fijo, siempre hacia el este, con la ayuda de un mapa y mis pocos conocimientos de orientación.
Fueron 4 jodidos y largos días, parando a todo aquel con el que me cruzaba, pidiendo ayuda e indicaciones hasta que pude llegar finalmente al Valle del Fin, pero habían más sorpresas por venir...
*¡¿Ojos enfermos-chan..?!*
seria capaz de reconocer aquellos cabellos nevados y esperaba no equivocarme, pero todo indicaba que se trataba de la Hyuga de Uzushiogakure. A su lado había otra muchacha, esta de cabellos morenos y ropajes oscuros, ambas admirando el lugar e intercambiando unas pocas palabras que no llegaba a oír bien, siendo algo completamente ininteligible, sonidos que llegaban muy débiles a mi posición.
Traté de refugiarme entre los arboles para pasar inadvertido, antes que nada quería asegurarme que todo aquello tenía un carácter amistoso. No había razón para pensar que Mitsuki estaba en situación de peligro, de hecho ni lo parecía, pero las apariencias a veces engañan así que debía asegurarme de ello y no perder el factor sorpresa por si era necesario.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa