3/11/2019, 16:01
El viaje resultó ser ameno, y sin contratiempos. Tan lento como podría esperarse de un crío como el peliverde, aunque Kincho debía el retraso a que el muchacho seguramente estaría haciéndose la idea entre lo que sus ojos veían, y las sospechas generadas por una voz muy particular. Pero daba igual, el viajero necesitaba provisiones y como nunca había estado en Tane Shigai, que Daigo apareciera en su camino resultó ser, desde luego, un plus irrechazable.
Cuando llegaron a la ciudad, el hombre contempló las edificaciones y soltó gestos de sorpresa.
—¿y por dónde se supone que tenemos que movernos? ¿por las raíces de los árboles? —qué rudimentario.
Cuando llegaron a la ciudad, el hombre contempló las edificaciones y soltó gestos de sorpresa.
—¿y por dónde se supone que tenemos que movernos? ¿por las raíces de los árboles? —qué rudimentario.