8/11/2019, 05:52
—¡JAJAJAJAJA!— carcajeó fuertemente el hombre mientras aplaudía. —Pero vamos a ver. Tanto supuesto "caballero" en este sitio y al final la que ha saltado es una mujer. ¿No les da vergüenza?— Se cruzó de brazos y observó a los alrededores. —A ver nena, que si bien tienes más huevos que muchos de los de mi tipo, sinceramente no estás en posición de discutir— Negó con la cabeza. —te has de creer la gran mamasota por nacer de cuna de oro, pero a mí me importan tres hectáreas de verga si eres de alcurnia o lo que sea. ¿Que sigue? ¿Tu discurso criticando mi aspecto? Esas cosas no funcionan conmigo, así que mejor siéntate de nuevo, que no soy de los que les pegan a las damas— Resopló como buey
El resto de los comensales estaban tensos, al punto que algunos empezaron a levantarse de sus asientos para dirigirse a la salida. El pobre mesero estiró la mano, cómo si quisiera detenerlos y retener a la clientela, pero estaba tan asustado que no podía hablar nada, la situación estaba fuera de su control.
—Pero que tipo más pedante... Aún así, no puedes irte sin pagarle a ese hombre. Discúlpate ahora mismo— Dio un taconazo al suelo y señaló al de los anillos de oro.
—¿Y quién me va a obligar? ¿Tú y cuantos más?— Carcajeó el moreno.
El resto de los comensales estaban tensos, al punto que algunos empezaron a levantarse de sus asientos para dirigirse a la salida. El pobre mesero estiró la mano, cómo si quisiera detenerlos y retener a la clientela, pero estaba tan asustado que no podía hablar nada, la situación estaba fuera de su control.
—Pero que tipo más pedante... Aún así, no puedes irte sin pagarle a ese hombre. Discúlpate ahora mismo— Dio un taconazo al suelo y señaló al de los anillos de oro.
—¿Y quién me va a obligar? ¿Tú y cuantos más?— Carcajeó el moreno.