7/12/2019, 12:16
Kazuma decidió comprar el libro. Sabia o no, toda decisión tenía sus consecuencias. El hombre sonrió y aceptó los agradecimientos. Se despidió cortesmente del chico.
Entonces, Kazuma decidió probar con el último establecimiento.
— Oh, bienvenido, joven genin — Kazuma se daría cuenta nada más acercarse a aquella mujer, que era distinta. Tranmistía un aura diferente. Al mirarla a los ojos, vio que uno de ellos era de color ambarino y otro verdoso. Además, parecía bizca y no enfocaba a dónde se encontraba el chico. Su ropa se ondulaba contra el viento, dando una impresión cambiante.
El gato que reposaba a su lado se acercó al chico. Maulló hacia Kazuma, quizá probando al chico.
— No me vas a comprar nada, ¿me equivoco? — murmuró la mujer, con una sonrisa vacía —. No te preocupes, ya lo sabía. Verás chico, te seré sincera: yo no sé dónde se encuentra ese lugar. Pero eso no quiere decir que no pueda ayudarte.
» Tengo un don. Si me acercas tu mano, podré hablarte de tu destino. Se podría decir que es una afición — dijo la mujer, guiñandole un ojo a la nada —. A diferencia de lo que muchos piensan, yo no voy a leer tu futuro: si tendrás hijos, morirás joven o viejo o te casaras. No. Yo te puedo hablar del futuro cercano. De lo que ocurrirá en unas horas o incluso en unos días. Ese es al alcance de mi don. ¿Quieres saber dónde está ese lugar? Puedo leer tu mano. Si realmente estás destinado a llegar a ese lugar, podremos saber algo. Si no, nada ocurirrá.
La mujer carraspeó y le dedicó una sonrisa.
— Lo siento , pero es una afición. Quiero ver los alcances de mi don y probarlo con la gente. Normalmente, nadie suele querer escucharme, pero... ya que no voy a hacer negocio contigo al menos puedo practicar, ¿no? No te cobraré, por ser la primera vez.
El gato le miraba fijamente, probando la reacción de Kazuma. Tenía la cola en alto.
Entonces, Kazuma decidió probar con el último establecimiento.
— Oh, bienvenido, joven genin — Kazuma se daría cuenta nada más acercarse a aquella mujer, que era distinta. Tranmistía un aura diferente. Al mirarla a los ojos, vio que uno de ellos era de color ambarino y otro verdoso. Además, parecía bizca y no enfocaba a dónde se encontraba el chico. Su ropa se ondulaba contra el viento, dando una impresión cambiante.
El gato que reposaba a su lado se acercó al chico. Maulló hacia Kazuma, quizá probando al chico.
— No me vas a comprar nada, ¿me equivoco? — murmuró la mujer, con una sonrisa vacía —. No te preocupes, ya lo sabía. Verás chico, te seré sincera: yo no sé dónde se encuentra ese lugar. Pero eso no quiere decir que no pueda ayudarte.
» Tengo un don. Si me acercas tu mano, podré hablarte de tu destino. Se podría decir que es una afición — dijo la mujer, guiñandole un ojo a la nada —. A diferencia de lo que muchos piensan, yo no voy a leer tu futuro: si tendrás hijos, morirás joven o viejo o te casaras. No. Yo te puedo hablar del futuro cercano. De lo que ocurrirá en unas horas o incluso en unos días. Ese es al alcance de mi don. ¿Quieres saber dónde está ese lugar? Puedo leer tu mano. Si realmente estás destinado a llegar a ese lugar, podremos saber algo. Si no, nada ocurirrá.
La mujer carraspeó y le dedicó una sonrisa.
— Lo siento , pero es una afición. Quiero ver los alcances de mi don y probarlo con la gente. Normalmente, nadie suele querer escucharme, pero... ya que no voy a hacer negocio contigo al menos puedo practicar, ¿no? No te cobraré, por ser la primera vez.
El gato le miraba fijamente, probando la reacción de Kazuma. Tenía la cola en alto.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60