12/12/2015, 21:16
Y tan rápido como todo había comenzado, ya había terminado. Entre las estocadas de Blame, el fuego del desconocido y su técnica contundente, practicamente solo quedaba la camarera como rival. Y aunque fuese idiota, no era tan idiota como para creer que podía hacerles frente.
— Ex... ex... extran-jeros.... ésto ha sido una terrible confusión... yo... yo no quería de verdad, ha sido todo un grandísimo error... no sabía que erais shinobis...
Juro suspiró, después de todo, había terminado.
"¿Si? ¿Tu crees? ¿Te has olvidado ya de lo que hay ahí?" - y es que, aunque quisiera olvidarlo, su mente no iba a hacerlo. Tenía que esforzarse para no mirar a los dos muertos que había, asesinados de manera visceral por Blame.
No podía decir que le había dolido su mentira, no le conocía de nada, solo habían compartido mesa, pero aun así... Ellos habían muerto en parte, por su culpa, él había insisto en defender al viajero.
Blame le agradeció el gesto. Juro tuvo que morderse la lengua, para no montar una pataleta, como un niño pequeño. Ya no le veía igual de seguro, es decir, antes ya parecía peligroso, pero ahora... Sentía como si él pudiese acabar como cualquiera de esos cadáveres, de un momento a otro. No podía confiar en él.
— ¿Sabes? Soy un sicario, y ese chico me va a pagar por quitaros la vida.
La mirada que le clavó esa mujer le afectó más de lo que él mismo hubiese creido. ¿De verdad le creía capaz de algo así? ¿De verdad tenía ese aspecto? Esa mujer era malvada, quizá había matado a gente. Pero no iba a permitir algo así, claro. Mientras pensaba y salía de su shock, el inesperado viajero interfirío, salvandole presuntamente a la mujer.
— Quiero mi pedido —dijo con voz monocorde—. Quiero una de arroz al curry, sin pollo, y un vaso de agua para acompañar.
Tanto si Blame soltaba a la mujer como sino, Juro tomaría cartas en el asunto. Se acercó un poco a ambos - lo suficientemente lejos de Blame para que no pudiese matarlo con un movimiento de brazo - y trató de hacerse oir, esperando que al menos, el viajero no se pusiese en su contra.
- Dijiste que nadie moriría, y han muerto dos - dijo, tratando de sonar lo más serio posible, a pesar de que su voz tembló levemente- No vas a matar en mi nombre. Ni lo pienses. La llevaremos con las autoridades y le darán su merecido.
Trató de no sonar débil, pero era la verdad. No quería más muertes, de verdad que no. Esperó que Blame razonara, por el bien de todos.
— Ex... ex... extran-jeros.... ésto ha sido una terrible confusión... yo... yo no quería de verdad, ha sido todo un grandísimo error... no sabía que erais shinobis...
Juro suspiró, después de todo, había terminado.
"¿Si? ¿Tu crees? ¿Te has olvidado ya de lo que hay ahí?" - y es que, aunque quisiera olvidarlo, su mente no iba a hacerlo. Tenía que esforzarse para no mirar a los dos muertos que había, asesinados de manera visceral por Blame.
No podía decir que le había dolido su mentira, no le conocía de nada, solo habían compartido mesa, pero aun así... Ellos habían muerto en parte, por su culpa, él había insisto en defender al viajero.
Blame le agradeció el gesto. Juro tuvo que morderse la lengua, para no montar una pataleta, como un niño pequeño. Ya no le veía igual de seguro, es decir, antes ya parecía peligroso, pero ahora... Sentía como si él pudiese acabar como cualquiera de esos cadáveres, de un momento a otro. No podía confiar en él.
— ¿Sabes? Soy un sicario, y ese chico me va a pagar por quitaros la vida.
La mirada que le clavó esa mujer le afectó más de lo que él mismo hubiese creido. ¿De verdad le creía capaz de algo así? ¿De verdad tenía ese aspecto? Esa mujer era malvada, quizá había matado a gente. Pero no iba a permitir algo así, claro. Mientras pensaba y salía de su shock, el inesperado viajero interfirío, salvandole presuntamente a la mujer.
— Quiero mi pedido —dijo con voz monocorde—. Quiero una de arroz al curry, sin pollo, y un vaso de agua para acompañar.
Tanto si Blame soltaba a la mujer como sino, Juro tomaría cartas en el asunto. Se acercó un poco a ambos - lo suficientemente lejos de Blame para que no pudiese matarlo con un movimiento de brazo - y trató de hacerse oir, esperando que al menos, el viajero no se pusiese en su contra.
- Dijiste que nadie moriría, y han muerto dos - dijo, tratando de sonar lo más serio posible, a pesar de que su voz tembló levemente- No vas a matar en mi nombre. Ni lo pienses. La llevaremos con las autoridades y le darán su merecido.
Trató de no sonar débil, pero era la verdad. No quería más muertes, de verdad que no. Esperó que Blame razonara, por el bien de todos.