16/01/2020, 19:02
Estaba acostumbrado a que se rieran de él por ser abstemio, pero realmente le importaba bastante poco. A judgar por su aspecto, la única persona peligrosa en la estancia era aquel renegado borracho. En cuanto le examinó unos instantes descartó la idea de poder siquiera rozarle en combate, parecía alguien mucho más experimentado que él, algo que debía de haber supuesto por su actitud y su descuido de mostrar la bandana rasgada sin ningún pudor. No podía aceptar la invitación de aquel hombre, por peligroso que sonase hacerlo, pues beber alcohol iba en contra de sus principios.
-No pretendo ser descortés, caballero, pero no bebo. Puedo comer algo a su salud, eso sí -Comentó Kisame, quien aún no se había movido de la barra pues no se le había servido la consumición.
Realmente el tipo parecía amable y no le daba mal fario, no obstante, no iba a bajar la guardia del todo ya que, aunque pareciese realmente simpático y amable, no dejaba de ser un renegado. Kisame sabía que la ley era imperfecta, pero también sabía que los renegados normalmente eran personas de mal corazón o excesivamente egoístas, y eso no le gustaba realmente. Simplemente esperó a ver la reacción del hombre.
-No pretendo ser descortés, caballero, pero no bebo. Puedo comer algo a su salud, eso sí -Comentó Kisame, quien aún no se había movido de la barra pues no se le había servido la consumición.
Realmente el tipo parecía amable y no le daba mal fario, no obstante, no iba a bajar la guardia del todo ya que, aunque pareciese realmente simpático y amable, no dejaba de ser un renegado. Kisame sabía que la ley era imperfecta, pero también sabía que los renegados normalmente eran personas de mal corazón o excesivamente egoístas, y eso no le gustaba realmente. Simplemente esperó a ver la reacción del hombre.