18/01/2020, 12:52
Con la ayuda de Yuuna y el esfuerzo para mover una jodida montaña, conseguimos apartar a Katsudon del timón del barco. Estaba desmayado y mas blanco que la nieve del hierro, pero por lo menos respiraba.
—¡Rápido, Reiji, endereza el barco!
—En ello estoy —Dije mientras cogía el timón e intentaba ponerle rumbo al barco de nuevo. De momento, me valia cualquiera que no fuese volcar y hundirnos. —Vamos compañero, solo tenemos que llegar hasta uzushiogakure
Si. Le hablé al barco.
Mientras tanto, Yuuna estaba intentando abanicar con la mano al pobre Katsudon. Aunque la forma mas rapida de que volviera en sí, era encontrar tierra firme a la vista.
Pero allí no había nada. Solo oscuridad.
—¡Rápido, Reiji, endereza el barco!
—En ello estoy —Dije mientras cogía el timón e intentaba ponerle rumbo al barco de nuevo. De momento, me valia cualquiera que no fuese volcar y hundirnos. —Vamos compañero, solo tenemos que llegar hasta uzushiogakure
Si. Le hablé al barco.
Mientras tanto, Yuuna estaba intentando abanicar con la mano al pobre Katsudon. Aunque la forma mas rapida de que volviera en sí, era encontrar tierra firme a la vista.
Pero allí no había nada. Solo oscuridad.