19/01/2020, 16:03
—¡NOOO!
Frené en seco. Yo tampoco quería.
—¡El capitán es el último que debe abandonar su barco! ¡Vuelve a la cabina, Reiji!
Tenía razón. Estaba haciendo el idiota otra vez. No. Yo no podía abandonarle. El nos había llevado sanos y salvos al hierro. Y él nos había llevado sanos y salvos a uzushio.
Corrí hacía la cabina y enderece el timón.
—¡No dejaré que te quedes ahora sin él! ¡Lo querías! —Si. Y a ella. y cada vez la quería más.—. ¡Sujeta el timón! ¡Mantenlo recto, tengo una idea!
—Adelante, confío en ti
Lo que vi después fue... Magia. Si mi corazón no estaba lo suficiente enamorado de esa chica... Por dios. Allí, en aire, sujetando la espada, se veía mucho mas hermosa que nunca.
〜Reiji, capullo, centrate en salvar el barco. Luego ya babeas.
—¡¡Hiken...!!
»¡¡Jūmantsurugi!!
Yuuna desapareció en el agua y ya no vi nada mas. Solo sentí. Sentí que el barco empezaba a frenar.
Pero... Pero... Pero yuuna no volvía.
—¡Katsudon, dejo el barco en tus manos otra vez!
Por que, el barco era importante. Pero ya se lo había dicho varias veces. Ella lo era más. ¿Salvar el barco a costa de su vida? Antes muerto. No iba a perderla. No después de todo el viaje. No después de lo que había costado. No después de superar todas las interrupciones de Katsudon.
Me tire al agua a buscarla sin pensarlo.
Frené en seco. Yo tampoco quería.
—¡El capitán es el último que debe abandonar su barco! ¡Vuelve a la cabina, Reiji!
Tenía razón. Estaba haciendo el idiota otra vez. No. Yo no podía abandonarle. El nos había llevado sanos y salvos al hierro. Y él nos había llevado sanos y salvos a uzushio.
Corrí hacía la cabina y enderece el timón.
—¡No dejaré que te quedes ahora sin él! ¡Lo querías! —Si. Y a ella. y cada vez la quería más.—. ¡Sujeta el timón! ¡Mantenlo recto, tengo una idea!
—Adelante, confío en ti
Lo que vi después fue... Magia. Si mi corazón no estaba lo suficiente enamorado de esa chica... Por dios. Allí, en aire, sujetando la espada, se veía mucho mas hermosa que nunca.
〜Reiji, capullo, centrate en salvar el barco. Luego ya babeas.
—¡¡Hiken...!!
»¡¡Jūmantsurugi!!
Yuuna desapareció en el agua y ya no vi nada mas. Solo sentí. Sentí que el barco empezaba a frenar.
Pero... Pero... Pero yuuna no volvía.
—¡Katsudon, dejo el barco en tus manos otra vez!
Por que, el barco era importante. Pero ya se lo había dicho varias veces. Ella lo era más. ¿Salvar el barco a costa de su vida? Antes muerto. No iba a perderla. No después de todo el viaje. No después de lo que había costado. No después de superar todas las interrupciones de Katsudon.
Me tire al agua a buscarla sin pensarlo.