20/01/2020, 05:29
(Última modificación: 20/01/2020, 06:30 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
—Un, ¿shinobi?— Los guardias se vieron a las caras y nuevamente a Kisame. —Oeh muchacho, ¡OEH!— acerco su mano hasta el rostro pálido del joven,
Entre la hemorragia, los golpes previos en el cuerpo y la propia fatiga a la que sometió a su cuerpo le llevaron finalmente a la inconsciente. Aún así, Contra todo pronóstico. Sobrevivió. Perdió una batalla, pero su guerra personal por hacerse más fuerte aún continuaba. Pasarían horas, ¿qué digo horas? En realidad pasó dos días en la inconsciencia, siendo que cuando finalmente despertó, se encontraría en una típica escena de hospital viendo la luz del techo que iluminaba su blanco y pulcro cuarto.
Tenía vendajes en la cabeza y todo el torso, además de un suero hacia sus venas. Tenía también una mascarilla para oxígeno, aunque no era realmente necesaria. No había nadie, aunque pudo la silueta de alguien caminar tras la ventana de su cuarto. Al lado de cama, tenía una mesita con sus ropas y su bandana, además de una pequeña campanita de mano. Sus sandalias ninja estaban al pie de la cama. A decir verdad, se sentiría como nuevo. La única razón por la que estaba ensuerado era porque al verlo pálido lo creían deshidratado, y durmió tanto únicamente por los sedantes.
Se había recuperado milagrosamente, lo suficiente para sorprender a cualquier médico que use la razón.
Entre la hemorragia, los golpes previos en el cuerpo y la propia fatiga a la que sometió a su cuerpo le llevaron finalmente a la inconsciente. Aún así, Contra todo pronóstico. Sobrevivió. Perdió una batalla, pero su guerra personal por hacerse más fuerte aún continuaba. Pasarían horas, ¿qué digo horas? En realidad pasó dos días en la inconsciencia, siendo que cuando finalmente despertó, se encontraría en una típica escena de hospital viendo la luz del techo que iluminaba su blanco y pulcro cuarto.
Tenía vendajes en la cabeza y todo el torso, además de un suero hacia sus venas. Tenía también una mascarilla para oxígeno, aunque no era realmente necesaria. No había nadie, aunque pudo la silueta de alguien caminar tras la ventana de su cuarto. Al lado de cama, tenía una mesita con sus ropas y su bandana, además de una pequeña campanita de mano. Sus sandalias ninja estaban al pie de la cama. A decir verdad, se sentiría como nuevo. La única razón por la que estaba ensuerado era porque al verlo pálido lo creían deshidratado, y durmió tanto únicamente por los sedantes.
Se había recuperado milagrosamente, lo suficiente para sorprender a cualquier médico que use la razón.