21/01/2020, 00:21
Hanabi dio un par de palmadas, sacudiéndose las manos.
—¡Perfecto, entonces! —dijo—. Yuuna, enviaré algún shinobi a buscarte mañana para comenzar con los interrogatorios. —Hizo un ademán despreocupado con la mano—. Confío en ti, pero en esta época oscura tenemos que comprobar todo. Tómatelo como un mero trámite.
—No pasa nada, de verdad... lo entiendo. —Yuuna estaba roja de los pies a cabeza.
—Venga, marcháos. Reiji, enséñale la Villa, explícale nuestra historia. Si quiere ser una uzujin... tiene que empezar a aprender. Bueno, pues ahora sí. ¡Ya hablamos, Reiji-kun! Marcháos.
Fue Yuuna la que agarró a Reiji y prácticamente le arrastró fuera del despacho. Cerró la puerta tras de sí.
—¿A tu casa, en serio, Reiji? —susurró—. ¿Y qué vas a hacer, explicarles que te has traído una novia del País del Hierro? ¿Tus padres conocen a la otra chica? Digo yo que tendrás que arreglar eso primero, ¿no?
—¡Perfecto, entonces! —dijo—. Yuuna, enviaré algún shinobi a buscarte mañana para comenzar con los interrogatorios. —Hizo un ademán despreocupado con la mano—. Confío en ti, pero en esta época oscura tenemos que comprobar todo. Tómatelo como un mero trámite.
—No pasa nada, de verdad... lo entiendo. —Yuuna estaba roja de los pies a cabeza.
—Venga, marcháos. Reiji, enséñale la Villa, explícale nuestra historia. Si quiere ser una uzujin... tiene que empezar a aprender. Bueno, pues ahora sí. ¡Ya hablamos, Reiji-kun! Marcháos.
Fue Yuuna la que agarró a Reiji y prácticamente le arrastró fuera del despacho. Cerró la puerta tras de sí.
—¿A tu casa, en serio, Reiji? —susurró—. ¿Y qué vas a hacer, explicarles que te has traído una novia del País del Hierro? ¿Tus padres conocen a la otra chica? Digo yo que tendrás que arreglar eso primero, ¿no?