21/01/2020, 21:09
El nombre cesó y levantó lentamente la mirada hasta el muchacho para luego extender su palma y señalar con ella el sillón que tenía dispuesto enfrente de él.
—Toma asiento— Si bien las palabras eran sencillas, el profundo tono de voz de aquel hombre sonaba autoritario aunque no fuese su intención.
—¿Te tuvieron sedado dos días? A alguno de los practicantes de auxiliar se le debió haber ido la mano— El hombre giró un poco su asiento y juntó ambas manos apoyando su mentón en el dorsal de estas mientras sus codos se posaban en la mesa. —Soy el Comandante Kazanami Karou, jefe de la sede número tres de la Guardia de Shinogi-To— Haría silencio por unos instantes, como si esperase que el propio genin se presentase.
—Estamos muy interesados en el caso que se nos acaba de venir en las manos y YO necesito hacerte unas preguntas— Frunció el ceño. —Interrogamos al cantinero de las Siete Monedas, donde se nos dijo que llegaste tan pancho y te pusiste a hablar con un exiliado borracho en la barra. Luego, llegaron tres hombres e inició una trifulca, pero él no pude ver mucho más debido a que él se había ausentado al interior del comercio y no supo que ocurrió luego de ello. Fuera de sus declaraciones, nos encontramos a un shinobi de Amegakure herido que dijo haber sido atacado. Te trajimos al hospital de al lado y esperamos a que te recuperases para que nos dieras unas cuentas explicaciones.
Hubo un largo silencio.
»¿Exactamente que estabas haciendo tú platicando tan tranquilo con un posible criminal buscado? Mira que fácilmente se puede deducir que estabas con él y por eso te atacaron pero oye, a mí me gusta escuchar primero las versiones de lo sucedido antes de mandar a nadie a un calabozo. Por tu rango nos indica que eres del rango más bajo en la jerarquía militar, pero en cuanto a oficio aquí no te podemos dar demasiado privilegio tampoco. Contactamos a Amegakure y nos solicitaron un reporte antes de mandarte de regreso.
—Toma asiento— Si bien las palabras eran sencillas, el profundo tono de voz de aquel hombre sonaba autoritario aunque no fuese su intención.
—¿Te tuvieron sedado dos días? A alguno de los practicantes de auxiliar se le debió haber ido la mano— El hombre giró un poco su asiento y juntó ambas manos apoyando su mentón en el dorsal de estas mientras sus codos se posaban en la mesa. —Soy el Comandante Kazanami Karou, jefe de la sede número tres de la Guardia de Shinogi-To— Haría silencio por unos instantes, como si esperase que el propio genin se presentase.
—Estamos muy interesados en el caso que se nos acaba de venir en las manos y YO necesito hacerte unas preguntas— Frunció el ceño. —Interrogamos al cantinero de las Siete Monedas, donde se nos dijo que llegaste tan pancho y te pusiste a hablar con un exiliado borracho en la barra. Luego, llegaron tres hombres e inició una trifulca, pero él no pude ver mucho más debido a que él se había ausentado al interior del comercio y no supo que ocurrió luego de ello. Fuera de sus declaraciones, nos encontramos a un shinobi de Amegakure herido que dijo haber sido atacado. Te trajimos al hospital de al lado y esperamos a que te recuperases para que nos dieras unas cuentas explicaciones.
Hubo un largo silencio.
»¿Exactamente que estabas haciendo tú platicando tan tranquilo con un posible criminal buscado? Mira que fácilmente se puede deducir que estabas con él y por eso te atacaron pero oye, a mí me gusta escuchar primero las versiones de lo sucedido antes de mandar a nadie a un calabozo. Por tu rango nos indica que eres del rango más bajo en la jerarquía militar, pero en cuanto a oficio aquí no te podemos dar demasiado privilegio tampoco. Contactamos a Amegakure y nos solicitaron un reporte antes de mandarte de regreso.