24/01/2020, 13:17
—Ah, Reiji, eres tú. —Claro ¿Quien si no? Si yo era el que le había invitado a ese Barco. —. ¿El Mil y un mares? Pero, ehmm… Reiji, ¿de quién es este barco? ¿Estás seguro de que podemos estar aquí?
—¿Eh? El barco es mío. Claro que podemos estar aquí. Vamos, pasa, hombre, sin miedo.
Dije prácticamente arrastrándolo hacia el interior. Tenia muchas cosas que contarle, pero había una que tenia que saber antes que las demás, por que si no, luego, se iban a dar situaciones muy incomodas con preguntas muy incomodas.
—Te hubiera invitado a mi casa a que charlasemos, pero esto pilla mas cerca de tu casa, y ademas... Allí tengo un poco de lío. —Claro, invito a Datsue para contarle todo el marrón, le presento a Yuuna y mientras, Sakura, sirviéndonos. No, no y NO. —Toma asiento hombre, que estos sofás son nuevecitos y son la mar de cómodos.
Si, por que mejor que recibiera toda la información sentado. Aunque Hanabi había aguantado el tipo demasiado bien. Excepto en la parte de ser amigo de los bijuus.
—Ábrete una de esas botellas y escucha, voy a empezar por el final antes de que ella venga para que no pienses cosas raras. —Dije mientras apartaba los manuales de mi sofá. —Yo... Ya no estoy saliendo con Sakura. Pasaron cosas durante mi viaje y... ahora estoy saliendo con una samurái del pais del hierro. Creo que así entenderás por que estamos aquí en vez de allí. Se ha vuelto... Bastante incomodo, la verdad.
Que Yuuna estaba viviendo en mi casa... Eso me lo reservaba para luego.
—¿Eh? El barco es mío. Claro que podemos estar aquí. Vamos, pasa, hombre, sin miedo.
Dije prácticamente arrastrándolo hacia el interior. Tenia muchas cosas que contarle, pero había una que tenia que saber antes que las demás, por que si no, luego, se iban a dar situaciones muy incomodas con preguntas muy incomodas.
—Te hubiera invitado a mi casa a que charlasemos, pero esto pilla mas cerca de tu casa, y ademas... Allí tengo un poco de lío. —Claro, invito a Datsue para contarle todo el marrón, le presento a Yuuna y mientras, Sakura, sirviéndonos. No, no y NO. —Toma asiento hombre, que estos sofás son nuevecitos y son la mar de cómodos.
Si, por que mejor que recibiera toda la información sentado. Aunque Hanabi había aguantado el tipo demasiado bien. Excepto en la parte de ser amigo de los bijuus.
—Ábrete una de esas botellas y escucha, voy a empezar por el final antes de que ella venga para que no pienses cosas raras. —Dije mientras apartaba los manuales de mi sofá. —Yo... Ya no estoy saliendo con Sakura. Pasaron cosas durante mi viaje y... ahora estoy saliendo con una samurái del pais del hierro. Creo que así entenderás por que estamos aquí en vez de allí. Se ha vuelto... Bastante incomodo, la verdad.
Que Yuuna estaba viviendo en mi casa... Eso me lo reservaba para luego.