24/01/2020, 14:18
Esta vez era Daigo el que había quedado maltrecho. No solo recibió el mordisco de Kumopansa, que le dejaría una buena marca en el muslo, sino que, impidiendo que golpease otra vez sus costillas, encajó aquella patada con su brazo, saliendo despedido hacia atrás. Pude comprobar, mientras se levantaba como probaba su brazo. Fuese por el propio golpe o por la descarga eléctrica, no estaba en sus plenas facultades y, aquello me daría la baza para terminar aquella pelea, o eso creía.
Pero Daigo no se rindió. El espíritu de lucha de un buen kusajin afloraba dentro de su ser. Tener compatriotas a tu lado como Tsukiyama Daigo era un auténtico honor.
—Tú también golpeas muy fuerte, Yota-kun —volvió a ponerse en guardia, esta vez con su pierna y su brazo izquierdo atrasados—. ¡Aquí voy!
Lejos de amilanarse y coger un poco de aliento, el peliverde volvía a cargar, corriendo hacía mí. Mis manos se juntaron en un sello de manos poco habitual y la trenza a mi espalda llegó a tocar el suelo después de haber crecido y fortalecerse, gracias al chakra.
«Eso es, ven aquí, esto se va a poner muy interesante» pensé mientras sonreía.
Daigo lo intentó, pero todavía tenía que entrenar sus movimientos, todavía más lastrados por las limitaciones en su brazo tras recibir el golpe anterior. Mi trenza se movió con rapidez para agarrar su extremidad y desviarla para después darle un buen puñetazo en la boca del estómago y finalmente, aprovechar la atadura en su brazo para arrojarlo más allá de mi posición a uno o dos metros de distancia prudencial.
— Eres admirable, compañero. Jamás te rindes y te exprimes al máximo. Serás un gran shinobi, puedo verlo
• PV:–
• CK:–
Daño recibido
Daño causado
Pero Daigo no se rindió. El espíritu de lucha de un buen kusajin afloraba dentro de su ser. Tener compatriotas a tu lado como Tsukiyama Daigo era un auténtico honor.
—Tú también golpeas muy fuerte, Yota-kun —volvió a ponerse en guardia, esta vez con su pierna y su brazo izquierdo atrasados—. ¡Aquí voy!
Lejos de amilanarse y coger un poco de aliento, el peliverde volvía a cargar, corriendo hacía mí. Mis manos se juntaron en un sello de manos poco habitual y la trenza a mi espalda llegó a tocar el suelo después de haber crecido y fortalecerse, gracias al chakra.
«Eso es, ven aquí, esto se va a poner muy interesante» pensé mientras sonreía.
Daigo lo intentó, pero todavía tenía que entrenar sus movimientos, todavía más lastrados por las limitaciones en su brazo tras recibir el golpe anterior. Mi trenza se movió con rapidez para agarrar su extremidad y desviarla para después darle un buen puñetazo en la boca del estómago y finalmente, aprovechar la atadura en su brazo para arrojarlo más allá de mi posición a uno o dos metros de distancia prudencial.
— Eres admirable, compañero. Jamás te rindes y te exprimes al máximo. Serás un gran shinobi, puedo verlo
Estado de Yotita
• PV:
70/170
• CK:
149/240
-20
– Regeneración de chakra dividida
–Daño recibido
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa