26/01/2020, 12:06
—¿¡¡¡CÓOOOOMMOOOOOO!!!?
Las reacciones de Datsue eran mucho mejores que las de Hanabi. Claro que, aunque se lo había dicho, nunca se lo había mostrado al Uzukage.
—¡Joder pues claro que estaba contando la verdad! ¿Acaso dudas de Reiji?
—¿Pero como voy a dudar de mi mismo? ¡Que yo lo viví!
—¿Qué coño? ¿Pero entonces tú ya sabías que estaba en el cuerpo del samurái?
—No ¿Como iba a saberlo yo? Si no me enteré hasta que me lo contó Gyūki.
—¿Queeeeeeeé…? Pero, ¿cómo…? Si yo no sabía nada, ¿cómo…? —Pues no se.¿Acaso era un adivino que había fallado una predicción o algo?—. Ah, claro, hostia. Que vosotros os reuníais. Lo dijo Kokuö.
Eso... Eso iba a tener que parar. Pero Datsue no me dejó hablar.
—Oye, oye. Que Reiji es colega. Tampoco hace falta insultar. ¿Y cómo que chakra? ¡Lo que se ha convertido Reiji es en su jinchūriki! ¡Pero, ¿es que no lo ves?!
¿Había estado hablando conmigo en algún momento? No, ¿Verdad? Vaya...
—¡Oh! Hostia… ¡Hostia, perdona, Reiji! Me empezó a hablar Shukaku y… Bueno, ¡qué perdona ni qué cojones! ¡¿Eres el jinchūriki de Gyūki tío?! ¿¡Cómo narices Hanabi no me contó nada!? ¡¿Cómo narices sucedió?!
Desactive la capa de chakra del Gyūki. De una cosa si me había dado cuenta, el chakra que gastaba. Su chakra... Se iba para no volver.
—Datsue, calma. No soy ningún Jinchuriki. El chakra que yo gasto de Gyūki se acaba. Es limitado. Se va y no vuelve. Solo me lo dio para que sus hermanos me escucharan.
Y no era la primera vez que lo usaba. Tenía que tener cuidado, por que todavía quedaban seis bijuus a los que buscar y con los que hablar.
—Shukaku, necesito que me escuches. Necesito que escuches lo que tu hermano tenia que decirte. —Sujete a Datsue por los hombros, aunque no le estaba hablando a él. —Lo que tiene que deciros no lo puede hacer en las reuniones esas de las que habla Datsue por una razón basta importante.
»Kurama lo escucha todo. Lo ve todo.
Las reacciones de Datsue eran mucho mejores que las de Hanabi. Claro que, aunque se lo había dicho, nunca se lo había mostrado al Uzukage.
—¡Joder pues claro que estaba contando la verdad! ¿Acaso dudas de Reiji?
—¿Pero como voy a dudar de mi mismo? ¡Que yo lo viví!
—¿Qué coño? ¿Pero entonces tú ya sabías que estaba en el cuerpo del samurái?
—No ¿Como iba a saberlo yo? Si no me enteré hasta que me lo contó Gyūki.
—¿Queeeeeeeé…? Pero, ¿cómo…? Si yo no sabía nada, ¿cómo…? —Pues no se.¿Acaso era un adivino que había fallado una predicción o algo?—. Ah, claro, hostia. Que vosotros os reuníais. Lo dijo Kokuö.
Eso... Eso iba a tener que parar. Pero Datsue no me dejó hablar.
—Oye, oye. Que Reiji es colega. Tampoco hace falta insultar. ¿Y cómo que chakra? ¡Lo que se ha convertido Reiji es en su jinchūriki! ¡Pero, ¿es que no lo ves?!
¿Había estado hablando conmigo en algún momento? No, ¿Verdad? Vaya...
—¡Oh! Hostia… ¡Hostia, perdona, Reiji! Me empezó a hablar Shukaku y… Bueno, ¡qué perdona ni qué cojones! ¡¿Eres el jinchūriki de Gyūki tío?! ¿¡Cómo narices Hanabi no me contó nada!? ¡¿Cómo narices sucedió?!
Desactive la capa de chakra del Gyūki. De una cosa si me había dado cuenta, el chakra que gastaba. Su chakra... Se iba para no volver.
—Datsue, calma. No soy ningún Jinchuriki. El chakra que yo gasto de Gyūki se acaba. Es limitado. Se va y no vuelve. Solo me lo dio para que sus hermanos me escucharan.
Y no era la primera vez que lo usaba. Tenía que tener cuidado, por que todavía quedaban seis bijuus a los que buscar y con los que hablar.
—Shukaku, necesito que me escuches. Necesito que escuches lo que tu hermano tenia que decirte. —Sujete a Datsue por los hombros, aunque no le estaba hablando a él. —Lo que tiene que deciros no lo puede hacer en las reuniones esas de las que habla Datsue por una razón basta importante.
»Kurama lo escucha todo. Lo ve todo.