26/01/2020, 19:15
Kazuma se adentró en el lugar. Desde luego, no le transmitía buenas vibraciones . Y con razón.
La madera no solo estaba vieja, sino carcomida. Kazuma podría notar que aquello no parecía ser un lugar habitado. De hecho, parecía que había dejado de estar en funcionamiento mucho tiempo atrás. En las esquinas, telas de araña, en la mesa, polvo. Era como si la naturaleza le estuviera dando la razón.
La primera puerta le llevó a una pequeña estancia, que en su tiempo, debió de ser algún cuarto de invitados. Al abrir la puerta...
... lo que vio solo fue una estancia completamente vacía, sin muebles, ni decoración. Solo la madera carcomida.
Exceptuando por un detalle. En negro, el símbolo de una gran araña, con las fauces abiertas, dispuestas a devorar a quien pasara. Un dibujo grotesto, que parecía exaltar los rasgos brutales de la criatura. Parecía ser una viuda negra. Sin embargo, en lugar de llevar el reloj rojo característico de este tipo de araña en su vientre, tenía otro símbolo.
Una "N".
La puerta principal se cerró de golpe. Lo que se escucharía, entonces, sería una risa. Gutural, perturbadora. Pero no desconocida para el muchacho. Era la de Kana.
Otro sonido. Esta vez fue aún más evidente. El sonido del metal chocando entre sí.
— La curiosidad mató al gato, ¿no lo sabías? — exclamó, lejos de toda la amabilidad que había tenido antes. Parecía divertirse con la situación. Como una verdadera psicópata —. Ven aquí, Gatito. Tengo tantas ganas de hincarte el diente.
La puerta detrás suyo seguía abierta. Kazuma estaba en la pequeña habitación. Si salía por aquella puerta, daría con el comedor principal, dónde estaba la salida (cerrada) y probablemente, Kana. Al menos desde ese lado, no había más puertas. Parecía haber otra puerta, en el otro ala de la casa, pero para eso, el chico tendría que salir al comedor y atravesarla.
El sonido del metal chocando se repitió. La luz había abandonado el lugar y solo quedaba una suave penumbra, que impedía ver más allá de uno metro de distancia correctamente.
La madera no solo estaba vieja, sino carcomida. Kazuma podría notar que aquello no parecía ser un lugar habitado. De hecho, parecía que había dejado de estar en funcionamiento mucho tiempo atrás. En las esquinas, telas de araña, en la mesa, polvo. Era como si la naturaleza le estuviera dando la razón.
La primera puerta le llevó a una pequeña estancia, que en su tiempo, debió de ser algún cuarto de invitados. Al abrir la puerta...
... lo que vio solo fue una estancia completamente vacía, sin muebles, ni decoración. Solo la madera carcomida.
Exceptuando por un detalle. En negro, el símbolo de una gran araña, con las fauces abiertas, dispuestas a devorar a quien pasara. Un dibujo grotesto, que parecía exaltar los rasgos brutales de la criatura. Parecía ser una viuda negra. Sin embargo, en lugar de llevar el reloj rojo característico de este tipo de araña en su vientre, tenía otro símbolo.
Una "N".
La puerta principal se cerró de golpe. Lo que se escucharía, entonces, sería una risa. Gutural, perturbadora. Pero no desconocida para el muchacho. Era la de Kana.
Otro sonido. Esta vez fue aún más evidente. El sonido del metal chocando entre sí.
— La curiosidad mató al gato, ¿no lo sabías? — exclamó, lejos de toda la amabilidad que había tenido antes. Parecía divertirse con la situación. Como una verdadera psicópata —. Ven aquí, Gatito. Tengo tantas ganas de hincarte el diente.
La puerta detrás suyo seguía abierta. Kazuma estaba en la pequeña habitación. Si salía por aquella puerta, daría con el comedor principal, dónde estaba la salida (cerrada) y probablemente, Kana. Al menos desde ese lado, no había más puertas. Parecía haber otra puerta, en el otro ala de la casa, pero para eso, el chico tendría que salir al comedor y atravesarla.
El sonido del metal chocando se repitió. La luz había abandonado el lugar y solo quedaba una suave penumbra, que impedía ver más allá de uno metro de distancia correctamente.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60