26/01/2020, 22:15
—¿Y qué es eso que quería contarnos?
—Me habló de su padre, me contó que el padre de todos los bijuus les había advertido de que, un día, un gran mal amanezaria a todo Oonindo.
Podían ser muchas cosas Claro. Entre ellas, Kurama. Y el pensamiento de los Bijuus tampoco era desacertado. Nuestra propia naturaleza era... En fin. Destructiva.
—Gyūki dijo que los Bijuus pensabais que este gran mal eran los humanos, y yo añado, que con razón. Para vosotros, —Dije hablándole directamente a Shukaku. Sabia que me estaba escuchando.—Debemos de ser lo peor. Os perseguimos, os cazamos y os encerramos. Nuestros antepasados, incluso, os asesinaron pensando que moririais. Sin embargo... Gyūki piensa que Kurama se ha convertido en ese gran mal que amenaza Oonindo.
Y yo también lo pensaba tras escucharle. Pero eso no quitaba lo cruelmente que nos habíamos comportado con los Bijuus. Si preferían estar del lado de Kurama... Nos lo habíamos ganado a pulso.
— Añadió que Kurama había sucumbido a la misma ambición que los Kages de las cinco antiguas grandes aldeas, y que estaba cometiendo los mismos errores. Dijo que Kurama quiere conquistar todo Oonido, e instaurar su ley, por que piensa que así se lograra la paz...
Pero eso no era autentica paz. Era un tirano. O estabas con el o estabas en su contra. O pensabas como el o tenías que morir. Eso no era paz. Eso era esclavitud.
—Pero también me dijo como detenerlo. Es una locura. Y con todo el daño que les hemos hecho a lo largo de la historia... No nos lo merecemos. Pero Gyūki, que se enfrentó cara a cara con él, descubrió que si colaboráis con los humanos como vuestro padre os enseño, y si los humanos os ayudamos a vosotros... Entonces y solo entonces podremos derrotarlo.
Sin embargo... ¿Como narices iba a comunicarle todo aquello a los demás?
—Shukaku y Datsue. Tenéis que pelear como si fuerais un solo ente. Como lo hicieron Gyūki y el padre de Yuuna. Pero no solos. Tenéis que hacerlo junto al resto de los bijuus y sus compañeros. Y también, junto al resto de los humanos.
—Me habló de su padre, me contó que el padre de todos los bijuus les había advertido de que, un día, un gran mal amanezaria a todo Oonindo.
Podían ser muchas cosas Claro. Entre ellas, Kurama. Y el pensamiento de los Bijuus tampoco era desacertado. Nuestra propia naturaleza era... En fin. Destructiva.
—Gyūki dijo que los Bijuus pensabais que este gran mal eran los humanos, y yo añado, que con razón. Para vosotros, —Dije hablándole directamente a Shukaku. Sabia que me estaba escuchando.—Debemos de ser lo peor. Os perseguimos, os cazamos y os encerramos. Nuestros antepasados, incluso, os asesinaron pensando que moririais. Sin embargo... Gyūki piensa que Kurama se ha convertido en ese gran mal que amenaza Oonindo.
Y yo también lo pensaba tras escucharle. Pero eso no quitaba lo cruelmente que nos habíamos comportado con los Bijuus. Si preferían estar del lado de Kurama... Nos lo habíamos ganado a pulso.
— Añadió que Kurama había sucumbido a la misma ambición que los Kages de las cinco antiguas grandes aldeas, y que estaba cometiendo los mismos errores. Dijo que Kurama quiere conquistar todo Oonido, e instaurar su ley, por que piensa que así se lograra la paz...
Pero eso no era autentica paz. Era un tirano. O estabas con el o estabas en su contra. O pensabas como el o tenías que morir. Eso no era paz. Eso era esclavitud.
—Pero también me dijo como detenerlo. Es una locura. Y con todo el daño que les hemos hecho a lo largo de la historia... No nos lo merecemos. Pero Gyūki, que se enfrentó cara a cara con él, descubrió que si colaboráis con los humanos como vuestro padre os enseño, y si los humanos os ayudamos a vosotros... Entonces y solo entonces podremos derrotarlo.
Sin embargo... ¿Como narices iba a comunicarle todo aquello a los demás?
—Shukaku y Datsue. Tenéis que pelear como si fuerais un solo ente. Como lo hicieron Gyūki y el padre de Yuuna. Pero no solos. Tenéis que hacerlo junto al resto de los bijuus y sus compañeros. Y también, junto al resto de los humanos.