28/01/2020, 17:37
—Busca a una kunoichi llamada Yume. Tiene el pelo blanco, un ojo verde y... Dale esto. Dile que la estaré esperando en el viejo castillo que hay al Este de aquí, el día de mi cumpleaños.
Miró la pluma con sorpresa. Sin duda tenía que ser algún tipo de señal secreta entre ellos, aunque era raro, la aceptó sin pensárselo demasiado, guardandosela en el portaobjetos.
— Está bien. ¿Cuando es tu cumpleaños? Para saber hasta cuando tengo para encontrarla, no pienso ir a fisgar vuestro reencuentro. Ya supongo que sois... bueno, amigos íntimos. — una vez vio que las papas estaban más templadas, probó un par, sí que estaban ricas. — El mio es el tercer Raiyōbi de Augurio. — dijo tras tragar.
Ahora su atención la tenían las patatas, buscando con la mirada las que tuviesen mejor pinta para llevárselas a la boca.
Miró la pluma con sorpresa. Sin duda tenía que ser algún tipo de señal secreta entre ellos, aunque era raro, la aceptó sin pensárselo demasiado, guardandosela en el portaobjetos.
— Está bien. ¿Cuando es tu cumpleaños? Para saber hasta cuando tengo para encontrarla, no pienso ir a fisgar vuestro reencuentro. Ya supongo que sois... bueno, amigos íntimos. — una vez vio que las papas estaban más templadas, probó un par, sí que estaban ricas. — El mio es el tercer Raiyōbi de Augurio. — dijo tras tragar.
Ahora su atención la tenían las patatas, buscando con la mirada las que tuviesen mejor pinta para llevárselas a la boca.