28/01/2020, 17:39
(Última modificación: 28/01/2020, 17:41 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
El genin de pronto se vio en la necesidad de interrumpir su andar cuando una voz femenina le llamó desde el lateral tratándolo con su rango y un honorífico, llamándole la atención el nivel de cortesía empleado.
----What's up?— Detuvo su andar y giró su cabeza para observar a quién le llamaba.
Sus ojos se encontraron entonces con una muchacha mayor que él, de cabellos rojizos, ojos grandes y claros. Y sin embargo lo más llamativo eran las dos placas que poseía, una en el pecho con el símbolo de espiral y otra dorada en el brazo que aunque no pudiera ver la insignia escrita, bastaba el color dorado para deducir el rango. Para su sorpresa, aquella kunoichi estaba muy interesada en su instrumendo, además de que se decía ser una apreciadora de la música. "Oh lobo, lo estás logrando. ¡Por fin te estás tallando un nombre en las rocas de la historia!" El genin terminó de girarse con una sonrisa en cuanto la pelirroja terminó de hablar, sonrió y se levantó las gafas hasta la frente para dejar ver sus intensos ojos dorados.
—Don't worry, no tienes porqué disculparte— Se llevó la mano hasta su fleco de colores y deslizó sus dedos entre ellos para peinarlos. —Se llama Otome— Vió de reojo a su propia espalda señalando con la mirada el mango y luego regresó sus orbes hasta la kunoichi. —Yo mismo la he forjado con ayuda de mi padre, por lo que es única en su tipo y no verás otra igual a ella.
Estaba muy orgulloso de su preciado instrumento.
—No cualquiera podría tocarla, ya que sólo el chakra raiton puede hacerla sonar— No le importaba revelar de forma pelada sobre sus habilidades, en especial a una posible nueva fanática. —En teoría tiene el potencial de hacer cosas más impresionantes pero... Ni yo mismo lo sé. ¡Y eso que yo ayudé a crearla!— Se encogió de hombros.
----What's up?— Detuvo su andar y giró su cabeza para observar a quién le llamaba.
Sus ojos se encontraron entonces con una muchacha mayor que él, de cabellos rojizos, ojos grandes y claros. Y sin embargo lo más llamativo eran las dos placas que poseía, una en el pecho con el símbolo de espiral y otra dorada en el brazo que aunque no pudiera ver la insignia escrita, bastaba el color dorado para deducir el rango. Para su sorpresa, aquella kunoichi estaba muy interesada en su instrumendo, además de que se decía ser una apreciadora de la música. "Oh lobo, lo estás logrando. ¡Por fin te estás tallando un nombre en las rocas de la historia!" El genin terminó de girarse con una sonrisa en cuanto la pelirroja terminó de hablar, sonrió y se levantó las gafas hasta la frente para dejar ver sus intensos ojos dorados.
—Don't worry, no tienes porqué disculparte— Se llevó la mano hasta su fleco de colores y deslizó sus dedos entre ellos para peinarlos. —Se llama Otome— Vió de reojo a su propia espalda señalando con la mirada el mango y luego regresó sus orbes hasta la kunoichi. —Yo mismo la he forjado con ayuda de mi padre, por lo que es única en su tipo y no verás otra igual a ella.
Estaba muy orgulloso de su preciado instrumento.
—No cualquiera podría tocarla, ya que sólo el chakra raiton puede hacerla sonar— No le importaba revelar de forma pelada sobre sus habilidades, en especial a una posible nueva fanática. —En teoría tiene el potencial de hacer cosas más impresionantes pero... Ni yo mismo lo sé. ¡Y eso que yo ayudé a crearla!— Se encogió de hombros.