28/01/2020, 17:56
—Hostia, ¡eso encajaría!
Se me había cerrado el estomago. Había dejado copa encima de la mesita, por que me temblaban las manos y las piernas.
En aquel entonces me caía bien y me hubiera dolido. Pero ahora... Mis propias palabras caían sobre mi como el martillo que golpeaba el acero en la forja.
—Joder, y te querías bajar del barco. Yo sabía que tenías madera de ninja, cabrón.
No estaba orgulloso. Estaba acojonado. Si había dado en el clavo... ¿Como podía protegerla del mismísimo gran mal de Oonindo? Si, si. Ella podía podía protegerse solita, pero claro.
—Pero no nos precipitemos. No demos nada por hecho, Reiji. Si algo he aprendido después de tantas misiones, es que hasta que no tienes pruebas que refuten tu teoría todo es posible. ¿Qué dijo Hanabi? ¿Se investigará lo que está pasando?
—Pues si, mejor que saltemos a ese punto de la historia, el resto solo es el camino de vuelta y en fin... Prefiero que se quede en la int...
La puerta del camarote se abrió de golpe, y entonces:
—De eso nada, yo quiero escuchar esa parte de la historia.
—¿Ma..mama?
Una mujer de unos cuarenta años, que era prácticamente idéntica a mí: color de pelo, ojos, altura, tatuaje... La única diferencia eran las curvas de una mujer adulta y los rasgos femeninos.
Entró al camarote como si estuviera en su casa, que técnicamente y dado que había puesto dinero para las reparaciones pues...
Cogió la copa de la mesa y le acerco en dirección a Datsue.
—Muchacho, sírveme una a mi también.
Aunque, con una sonrisa amable en la cara, eso era una orden. No una orden de un superior a su subordinado, no. Una orden de madre.
Se me había cerrado el estomago. Había dejado copa encima de la mesita, por que me temblaban las manos y las piernas.
En aquel entonces me caía bien y me hubiera dolido. Pero ahora... Mis propias palabras caían sobre mi como el martillo que golpeaba el acero en la forja.
—Joder, y te querías bajar del barco. Yo sabía que tenías madera de ninja, cabrón.
No estaba orgulloso. Estaba acojonado. Si había dado en el clavo... ¿Como podía protegerla del mismísimo gran mal de Oonindo? Si, si. Ella podía podía protegerse solita, pero claro.
—Pero no nos precipitemos. No demos nada por hecho, Reiji. Si algo he aprendido después de tantas misiones, es que hasta que no tienes pruebas que refuten tu teoría todo es posible. ¿Qué dijo Hanabi? ¿Se investigará lo que está pasando?
—Pues si, mejor que saltemos a ese punto de la historia, el resto solo es el camino de vuelta y en fin... Prefiero que se quede en la int...
La puerta del camarote se abrió de golpe, y entonces:
—De eso nada, yo quiero escuchar esa parte de la historia.
—¿Ma..mama?
Una mujer de unos cuarenta años, que era prácticamente idéntica a mí: color de pelo, ojos, altura, tatuaje... La única diferencia eran las curvas de una mujer adulta y los rasgos femeninos.
Entró al camarote como si estuviera en su casa, que técnicamente y dado que había puesto dinero para las reparaciones pues...
Cogió la copa de la mesa y le acerco en dirección a Datsue.
—Muchacho, sírveme una a mi también.
Aunque, con una sonrisa amable en la cara, eso era una orden. No una orden de un superior a su subordinado, no. Una orden de madre.