30/01/2020, 20:00
Roga no pareció pensárselo dos veces, pues nada más preguntar, él afirmó su asistencia e incluso la composición de una canción nueva para el concurso. Ella sopesó la idea de improvisar algo, o al menos crear una melodía nueva, pero si necesitaba a Ayame en el escenario la necesitaría también para ello.
—Deberé encontrar a mi amiga de algún modo. No sé si ella sepa del evento, pero he de encontrarla y convencerla de entrar. Aunque, bueno, a veces parece que es un poco tímida... Bueno, ya veré como le hago. No te preocupes Uzumaki, le comentaré a Aotsuki y le diré que tú planeas estar ahí. Creo que no hay nada mejor que una reunión de amigos, ¡pero no por eso pienses que les dejaré ganar! Pienso dar lo mejor de mí y si ustedes están ahí espero también se esfuercen al máximo
Eri sonrió, contagiándose por la felicidad que ahora desprendía aquel amejin de cabeza a los pies.
—¡Muchas gracias! —agradeció, apoyando ambas manos en la mesa y sentándose por primera vez recta en la mesa—. Si quieres, puedes decirme el nombre de tu amiga, por si acaso me la encuentro en alguno de mis periplos, ya sabes, así podré comunicárselo. —Ofreció la kunoichi, sin dejar de sonreír en ningún momento.
—Deberé encontrar a mi amiga de algún modo. No sé si ella sepa del evento, pero he de encontrarla y convencerla de entrar. Aunque, bueno, a veces parece que es un poco tímida... Bueno, ya veré como le hago. No te preocupes Uzumaki, le comentaré a Aotsuki y le diré que tú planeas estar ahí. Creo que no hay nada mejor que una reunión de amigos, ¡pero no por eso pienses que les dejaré ganar! Pienso dar lo mejor de mí y si ustedes están ahí espero también se esfuercen al máximo
Eri sonrió, contagiándose por la felicidad que ahora desprendía aquel amejin de cabeza a los pies.
—¡Muchas gracias! —agradeció, apoyando ambas manos en la mesa y sentándose por primera vez recta en la mesa—. Si quieres, puedes decirme el nombre de tu amiga, por si acaso me la encuentro en alguno de mis periplos, ya sabes, así podré comunicárselo. —Ofreció la kunoichi, sin dejar de sonreír en ningún momento.