31/01/2020, 12:13
Yota ordenó un poco de limonada, ella optó por pedir un zumo de uva y el hombre, tras asentir, volvió a perderse por lo que parecía ser la cocina.
—Sentémonos, va —dijo la chica, guiándole a una de las mesas más apartadas del lugar.
Nada más tomaron asiento, el mismo hombre les trajo lo que habían pedido más un par de frutos rojos en un plato. Eri murmuró un gracias y el señor, tras un asentimiento de cabeza, se marchó por donde había venido, dejándoles a ambos bajo un extraño silencio.
—Bueno... —comenzó Eri, acercándose a la mesa para tomar uno de aquellos jugosos aperitivos—. Antes de nada, soy Uzumaki Eri, me parecía mal que no supieras mi nombre si me vas a contar algo que tengo que saber, ¿y tú? —preguntó, tomando el vaso de cristal con líquido morado en su interior para dar un sorbo a la espera del chico.
—Sentémonos, va —dijo la chica, guiándole a una de las mesas más apartadas del lugar.
Nada más tomaron asiento, el mismo hombre les trajo lo que habían pedido más un par de frutos rojos en un plato. Eri murmuró un gracias y el señor, tras un asentimiento de cabeza, se marchó por donde había venido, dejándoles a ambos bajo un extraño silencio.
—Bueno... —comenzó Eri, acercándose a la mesa para tomar uno de aquellos jugosos aperitivos—. Antes de nada, soy Uzumaki Eri, me parecía mal que no supieras mi nombre si me vas a contar algo que tengo que saber, ¿y tú? —preguntó, tomando el vaso de cristal con líquido morado en su interior para dar un sorbo a la espera del chico.