31/01/2020, 15:28
El enfado del chico fue pasándose poco a poco, y Eri no supo muy bien por qué pero se quedó incómoda frente a su respuesta. Se imaginó, por unos instantes, que seguiría contestándola de cualquier forma, pero, para su sorpresa, se calmó, haciendo que ella también bajase su guardia, dejando explicar la verdadera razón por la que el chico quería saber el paradero de Juro.
— Yo soy Sasagani Yota y la araña de antes se llama Kumopansa —contestó al cabo de un rato, dejando de mirar su limonada — Siento haber sido tan desagradable antes y te agradezco que no me hayas mandado a la mierda y en su lugar te tomes tantas molestias.
Ella negó en respuesta, restándole importancia. No había hecho nada, solo cumplir la parte de su trato que le tocaba aunque no fuera de gran ayuda.
Y comenzó: Yota explicó que conocía a Juro desde hacía mucho tiempo, eran amigos, crecieron juntos y se unieron a la academia donde se convirtieron en shinobi. Lo que recordaba de Juro era principalmente era un chico tranquilo, pequeño, que no daba muchos problemas.
«¿Qué sería de él?»
— Ahora nos ha traicionado.
«Oh... Mierda.»
Eri lo miró como si lo viese por primera vez, incapaz de creer las palabras del chico. ¿Juro? ¿Un traidor? ¿Por qué? ¿Por qué motivo había traicionado a su aldea? Estaba muy contento de ser parte de Kusagakure, o eso era al menos lo que había entendido después de todo ese tiempo pero... ¿Traición? ¿Sería por...?
—No... No puede ser... ¿Traición? —dejó escapar, todavía asimilando las palabras del Sasagani—. ¿Cómo es posible...?
— Yo soy Sasagani Yota y la araña de antes se llama Kumopansa —contestó al cabo de un rato, dejando de mirar su limonada — Siento haber sido tan desagradable antes y te agradezco que no me hayas mandado a la mierda y en su lugar te tomes tantas molestias.
Ella negó en respuesta, restándole importancia. No había hecho nada, solo cumplir la parte de su trato que le tocaba aunque no fuera de gran ayuda.
Y comenzó: Yota explicó que conocía a Juro desde hacía mucho tiempo, eran amigos, crecieron juntos y se unieron a la academia donde se convirtieron en shinobi. Lo que recordaba de Juro era principalmente era un chico tranquilo, pequeño, que no daba muchos problemas.
«¿Qué sería de él?»
— Ahora nos ha traicionado.
«Oh... Mierda.»
Eri lo miró como si lo viese por primera vez, incapaz de creer las palabras del chico. ¿Juro? ¿Un traidor? ¿Por qué? ¿Por qué motivo había traicionado a su aldea? Estaba muy contento de ser parte de Kusagakure, o eso era al menos lo que había entendido después de todo ese tiempo pero... ¿Traición? ¿Sería por...?
—No... No puede ser... ¿Traición? —dejó escapar, todavía asimilando las palabras del Sasagani—. ¿Cómo es posible...?