31/01/2020, 20:45
Ya lo había notado en los Herreros, pero no toda la gente de la Espiral parecía acostumbrarse a sus sonidos. En parte era normal, puesto que él venía de la corriente más moderna de Amagakure y muchos de los extranjeros no estaban acostumbrados a un power metal como aquel. Sin embargo el genin estaba complacido con su actuación, pues aunque fueran pocos, estaba consiguiendo seguidores. Respiró un poco y se llevó a Doncella a la espalda.
Algunos se acercaron a darle monedas, pero el genin simplemente alzó la mano y se negó a recibir la donación sonriendo sin decir nada. Fue entonces que se percató de alguien parecía haberle clavado la mirada encima. No observándolo a él y a su aspecto, sino buscando sus ojos aún por debajo de los lentes. "Pero qué tenemos aquí." Aparentemente había encontrado algo con lo que entretenerse.
Tomando la mochila que había dejado cerca, procedió a andar para la desilusión de los pocos que esperaban que siguiese con el espectáculo. Daisuke notaría que caminaba de frente hacia él, sonriendo con confianza mientras el sol se encargaba de darle brillo a la placa de Amegakure de su cuello.
El genin esperaría pararse frente él, aunque la diferencia de alturas era abrumadora. "La madre, es más alto que Tsukiyama." El rubio de la espiral superaba el metro ochenta, mientras el de Amegakure no alcanzaba ni siquiera el metro sesenta por escasos centímetros. Era obvio que aquel muchacho tenía mucha más edad que él, pero la diferencia en su presencia era abrumadora. "Otro genin." se dijo al ver que su única placa visible era la de aldea.
—Oeh, parece que eres de los pocos de por aquí que les ha gustado el show— Enseñó su perfecta dentadura mientras clavaba la hoja del hacha en el suelo, demostrado que el filo era real. Apoyó entonces ambas manos por sobre el mango y alzó la vista afilando la mirada.
Algunos se acercaron a darle monedas, pero el genin simplemente alzó la mano y se negó a recibir la donación sonriendo sin decir nada. Fue entonces que se percató de alguien parecía haberle clavado la mirada encima. No observándolo a él y a su aspecto, sino buscando sus ojos aún por debajo de los lentes. "Pero qué tenemos aquí." Aparentemente había encontrado algo con lo que entretenerse.
Tomando la mochila que había dejado cerca, procedió a andar para la desilusión de los pocos que esperaban que siguiese con el espectáculo. Daisuke notaría que caminaba de frente hacia él, sonriendo con confianza mientras el sol se encargaba de darle brillo a la placa de Amegakure de su cuello.
El genin esperaría pararse frente él, aunque la diferencia de alturas era abrumadora. "La madre, es más alto que Tsukiyama." El rubio de la espiral superaba el metro ochenta, mientras el de Amegakure no alcanzaba ni siquiera el metro sesenta por escasos centímetros. Era obvio que aquel muchacho tenía mucha más edad que él, pero la diferencia en su presencia era abrumadora. "Otro genin." se dijo al ver que su única placa visible era la de aldea.
—Oeh, parece que eres de los pocos de por aquí que les ha gustado el show— Enseñó su perfecta dentadura mientras clavaba la hoja del hacha en el suelo, demostrado que el filo era real. Apoyó entonces ambas manos por sobre el mango y alzó la vista afilando la mirada.