31/01/2020, 23:01
Roga habló sobre su madre y sobre cómo le contaba que las mujeres guerreras solían llevar lanzas a la guerra antes que una espada. «Seguramente por su versatilidad, son más ligeras también.» Se recordó mentalmente, pero también podían ser letales y no necesitabas acercarte tanto al enemigo.
Así que, al genin se le ocurrió una pequeña idea para medir la fuerza de la kunoichi del remolino, que, intrigada, vio como el de cabellos tricolor apoyaba el codo en la mesa haciéndolo resonar por todo el establecimiento, llamando la atención de algunos clientes aburridos, dejando perder su mirada en la pareja de shinobi.
—¡Midamos ese brazo!
Le estaba proponiendo un pulso.
A ella.
Enrrojeciéndose ligeramente, miró la palma descubierta del chico y su sonrisa, y, lentamente, volvió a tomar asiento, desviando la mirada para no encontrarse con cualquier par de ojos curiosos ante el nuevo espectáculo. Abrió la mano y apoyó el codo frente al de Roga, rodeando con sus dedos la mano del chico.
—Bien, cuando tu digas... —informó la chica, algo azorada.
Así que, al genin se le ocurrió una pequeña idea para medir la fuerza de la kunoichi del remolino, que, intrigada, vio como el de cabellos tricolor apoyaba el codo en la mesa haciéndolo resonar por todo el establecimiento, llamando la atención de algunos clientes aburridos, dejando perder su mirada en la pareja de shinobi.
—¡Midamos ese brazo!
Le estaba proponiendo un pulso.
A ella.
Enrrojeciéndose ligeramente, miró la palma descubierta del chico y su sonrisa, y, lentamente, volvió a tomar asiento, desviando la mirada para no encontrarse con cualquier par de ojos curiosos ante el nuevo espectáculo. Abrió la mano y apoyó el codo frente al de Roga, rodeando con sus dedos la mano del chico.
—Bien, cuando tu digas... —informó la chica, algo azorada.