1/02/2020, 00:10
El genin en realidad, no estaba molesto. Pero su naturaleza pendenciera y su gusto por sacar de sus casillas a aquellos que se creían moralmente superiores era uno de sus pasatiempos favoritos. Una vez él mismo se atrevió a enseñarle los dientes a aquel dependiente que quiso darle una misión de limpiar baños. Si no toleraba la cara dura de un superior de su misma villa, menos con un extranjero. Todo el tiempo se mantenía con aquella expresión pícara en el rostro.
—Los modales y disculpas van sobrando ¿Admitir que te provoqué? Pues si. De hecho nadie ha dicho que voy a dejar de hacerlo— Soltó mordaz y directo, ignorando totalmente los elogios que soltó el otro. —En realidad, si no te gusta mi música no me importa. Lo que sí me fastidia es que se quieran pasar de listos conmigo tomàndome por idiota o que me menosprecien. Si no hubieras seguido hablando te hubiese dejado tranquilo. Pero descuida, no soy de iniciar una pelea y menos contra alguien de la alianza, que yo no ataco por la espalda sin motivo— volvió a girar nuevamente y regresó finalmente a su postura frontal. Su rostro se ensombreció entonces. —Quería inventar algún pretexto para justificar alguna clase de duelo de entrenamiento con alguien de otra aldea pero estoy perdiendo el interés. Ya encontraré otra manera de descargar la energía; supongo que estoy más tenso de lo habitual—. Soltó una sonora carcajada.
»Si quieres me retiro y hacemos como que esto nunca pasó.
El joven genin extendió la mano para estrechársela, pero el resto de su expresión corporal dictaba otra cosa. Su sonrisa no era falsa, pero no era amigable. Sus ojos estaban cerrados, pero no lucía distraído. Transmitía una sensación incómoda. Era tan simple que quería ver miedo en el otro, y siendo una estrella del escenario sabía de qué hilos tirar para conseguirlo.
Sólo debía ser él mismo
Intimidación: Carisma 40+20 por Autoridad de la Tormenta.
—Los modales y disculpas van sobrando ¿Admitir que te provoqué? Pues si. De hecho nadie ha dicho que voy a dejar de hacerlo— Soltó mordaz y directo, ignorando totalmente los elogios que soltó el otro. —En realidad, si no te gusta mi música no me importa. Lo que sí me fastidia es que se quieran pasar de listos conmigo tomàndome por idiota o que me menosprecien. Si no hubieras seguido hablando te hubiese dejado tranquilo. Pero descuida, no soy de iniciar una pelea y menos contra alguien de la alianza, que yo no ataco por la espalda sin motivo— volvió a girar nuevamente y regresó finalmente a su postura frontal. Su rostro se ensombreció entonces. —Quería inventar algún pretexto para justificar alguna clase de duelo de entrenamiento con alguien de otra aldea pero estoy perdiendo el interés. Ya encontraré otra manera de descargar la energía; supongo que estoy más tenso de lo habitual—. Soltó una sonora carcajada.
»Si quieres me retiro y hacemos como que esto nunca pasó.
El joven genin extendió la mano para estrechársela, pero el resto de su expresión corporal dictaba otra cosa. Su sonrisa no era falsa, pero no era amigable. Sus ojos estaban cerrados, pero no lucía distraído. Transmitía una sensación incómoda. Era tan simple que quería ver miedo en el otro, y siendo una estrella del escenario sabía de qué hilos tirar para conseguirlo.
Sólo debía ser él mismo
Intimidación: Carisma 40+20 por Autoridad de la Tormenta.