1/02/2020, 20:45
Daisuke elevó su ceja derecha cuando el Gennin de Amegakure comenzó a hablar en voz alta. Parecía que no prestaba la atención suficiente, por lo que el Nara llegó a pensar que tenía un trastorno de déficit de atención. Sin duda, le resultaría mucho más complicado de lo que él creía tratar con su interlocutor de manera razonable. Era todo un fastidio, y de tener la oportunidad, se iría de aquel lugar a la primera de cambio, en cuanto pudiese, para así poder evitar el seguir hablando con una cabeza hueca.
—¿¡DEJAR DE TOCAR!? Dude ¿tú le dices al sol que no salga al amanecer? Y para tu info, Otome es mucho más que una simple guitarra. Que la belleza al tocar sus cuerdas solo se compara a su letalidad. Yo mismo la forjé con ayuda de mi padre, insultarla a ella es como insultarme a mí.
Así que Daisuke, una vez más, estaba en lo cierto con la conclusión a la que había llegado. Ese instrumento también era un arma que acompañaba al Gennin en todo momento. Típico. Aunque su extraña forma y su utilidad para tocar música eran muy atípicas y extravagantes, sin duda.
— ¡Ja, lo sabía! — Dijo el Nara sonriendo al comprobar que su teoría era cierta. — Pero calma, hombre, sólo me refería a dejar de tocar momentáneamente mientras ibas a hablar con tu superior. — Se explicó, por si se habían malinterpretado sus palabras. — Oye... ¿no serás una de esas personas que se lo toma todo al pie de la letra, no? — Preguntó, curioso. Por supuesto, no mencionó nada sobre su supuesto déficit de atención. Era una conclusión precipitada y en caso de que así fuese, era una enfermedad, y no era buena idea hablar sobre ello.
—No sé como serán las cosas en Uzushiogakure, aunque por los otros shinobi de la Espiral que conozco, sé que son bastante permisivos por decirlo de alguna manera. Sin embargo en la Tormenta es muy distinto. Si no me han ascendido es porque no se me considera apto y punto. Fui recomendado a mi sensei actual por la propia Arashikage, así que no hay cuestionamiento que valga, aunque últimamente parece que tiene asuntos más importantes a tratar que mi tutela.
»A decir verdad. Si se trata de misiones, estoy seguro de que podría solicitar una de Rango B y no me la negarían.
Daisuke se mantuvo en su posición, con su ceja derecha arqueada. No salía de su asombro.
— Así que eres una especie de protegido de la Arashikage, ¿eh? Mola. — Dijo el Nara, realizando una breve pausa tras su comentario. — Yo todavía no conozco personalmente a mi Uzukage, y por supuesto, dudo mucho que ella sepa de mi existencia. Evidentemente, también tiene asuntos más importantes de los que preocuparse, supongo. — Mencionó, mientras se encogía de hombros. — Pues... lo siento mucho, tío. Debe ser muy frustrante vivir en una aldea así. Seguro que tendrías una vida mejor en Uzushiogakure. Aun así, te deseo mucha suerte. — Añadió, mientras sonreía estirando su mano derecha hacia el Gennin. Esperaba que hubiese madurado aunque fuera un poco durante aquella conversación y no volviese a hacer de las suyas.
—¿¡DEJAR DE TOCAR!? Dude ¿tú le dices al sol que no salga al amanecer? Y para tu info, Otome es mucho más que una simple guitarra. Que la belleza al tocar sus cuerdas solo se compara a su letalidad. Yo mismo la forjé con ayuda de mi padre, insultarla a ella es como insultarme a mí.
Así que Daisuke, una vez más, estaba en lo cierto con la conclusión a la que había llegado. Ese instrumento también era un arma que acompañaba al Gennin en todo momento. Típico. Aunque su extraña forma y su utilidad para tocar música eran muy atípicas y extravagantes, sin duda.
— ¡Ja, lo sabía! — Dijo el Nara sonriendo al comprobar que su teoría era cierta. — Pero calma, hombre, sólo me refería a dejar de tocar momentáneamente mientras ibas a hablar con tu superior. — Se explicó, por si se habían malinterpretado sus palabras. — Oye... ¿no serás una de esas personas que se lo toma todo al pie de la letra, no? — Preguntó, curioso. Por supuesto, no mencionó nada sobre su supuesto déficit de atención. Era una conclusión precipitada y en caso de que así fuese, era una enfermedad, y no era buena idea hablar sobre ello.
—No sé como serán las cosas en Uzushiogakure, aunque por los otros shinobi de la Espiral que conozco, sé que son bastante permisivos por decirlo de alguna manera. Sin embargo en la Tormenta es muy distinto. Si no me han ascendido es porque no se me considera apto y punto. Fui recomendado a mi sensei actual por la propia Arashikage, así que no hay cuestionamiento que valga, aunque últimamente parece que tiene asuntos más importantes a tratar que mi tutela.
»A decir verdad. Si se trata de misiones, estoy seguro de que podría solicitar una de Rango B y no me la negarían.
Daisuke se mantuvo en su posición, con su ceja derecha arqueada. No salía de su asombro.
— Así que eres una especie de protegido de la Arashikage, ¿eh? Mola. — Dijo el Nara, realizando una breve pausa tras su comentario. — Yo todavía no conozco personalmente a mi Uzukage, y por supuesto, dudo mucho que ella sepa de mi existencia. Evidentemente, también tiene asuntos más importantes de los que preocuparse, supongo. — Mencionó, mientras se encogía de hombros. — Pues... lo siento mucho, tío. Debe ser muy frustrante vivir en una aldea así. Seguro que tendrías una vida mejor en Uzushiogakure. Aun así, te deseo mucha suerte. — Añadió, mientras sonreía estirando su mano derecha hacia el Gennin. Esperaba que hubiese madurado aunque fuera un poco durante aquella conversación y no volviese a hacer de las suyas.