6/02/2020, 22:08
El hombre parecía necesitar ayuda y aunque fue Eri quien habló primeramente, Yota le instó a confiar en ellos lo suficiente para contarles el porqué de la pregunta. Ella lo miró, curiosa, ya por saber qué le ocurría al señor.
— Está bien, está bien, veamos... Resulta que el otro día se nos perdió nuestro perro en el bosque cuando salimos con mi mujer. No hemos podido encontrarlo y... bueno, os agradecería mucho si tratáis de buscarlo.
«¡Un perro!» Se puso de pie de golpe, y no entendió muy bien por qué, así que para pasar el apuro, se giró a Yota y posteriormente al hombre.
—No se preocupe, nosotros nos ocuparemos —afirmó—. Pero primero, contéstenos a unas cuantas preguntas: ¿hace cuánto tiempo? ¿Cómo es el perro? ¿Nos indicaría en qué zona se perdió exactamente? —cuestionó rápidamente.
— Está bien, está bien, veamos... Resulta que el otro día se nos perdió nuestro perro en el bosque cuando salimos con mi mujer. No hemos podido encontrarlo y... bueno, os agradecería mucho si tratáis de buscarlo.
«¡Un perro!» Se puso de pie de golpe, y no entendió muy bien por qué, así que para pasar el apuro, se giró a Yota y posteriormente al hombre.
—No se preocupe, nosotros nos ocuparemos —afirmó—. Pero primero, contéstenos a unas cuantas preguntas: ¿hace cuánto tiempo? ¿Cómo es el perro? ¿Nos indicaría en qué zona se perdió exactamente? —cuestionó rápidamente.