9/02/2020, 19:44
El gato no se movió: ni se ocultó, ni se acercó; solo esperó a ver si aquel chico volvía a sacar aquel horroroso arma que casi lo apresaba pudiéndolo aplastar, cuando él solo quería comer un poco por haberse perdido.
Al notar como era llamado por el chico, poco a poco fue moviendo sus pequeñas patitas, mostrando su claro pelaje ahora oculto bajo motas de suciedad que se acumulaban sin piedad. El gruñido del estómago de Kiro alertó a Takumi, ya que el animal estaba acercándose a él.
Pronto paró sus cuatro patas frente al marionetista, con la cola gacha, a la espera de su reacción.
Al notar como era llamado por el chico, poco a poco fue moviendo sus pequeñas patitas, mostrando su claro pelaje ahora oculto bajo motas de suciedad que se acumulaban sin piedad. El gruñido del estómago de Kiro alertó a Takumi, ya que el animal estaba acercándose a él.
Pronto paró sus cuatro patas frente al marionetista, con la cola gacha, a la espera de su reacción.