10/02/2020, 12:36
(Última modificación: 10/02/2020, 12:36 por Sasagani Yota.)
—Claro, así podríamos rastrearlo mejor seguramente —añadió ella—. Vayamos.
Después de que Eri tomase toda la iniciativa y se pusiese la capa imaginaria de la salvadora de perros de Ōnindo, me levanté de mi asiento dejando un poquito de zumo todavía en el interior del vaso y seguí a ambos, tanto a la uzujin como al dueño de aquel local, que había aprovechado para cerrarlo ya que éramos los únicos clientes en aquel momento.
Ya en el exterior cruzamos las calles de aquel lugar hasta dejar atrás la pequeña población en la que me había reunido con aquella kunoichi y había sellado una especie de pacto para lograr dar con Juro. El tiempo y la experiencia me había enseñado que era importante saber escoger aliados para los momentos oportunos. Y pasados unos minutos nos detuvimos en un pequeño claro del bosque, parecía como que los árboles nos rodeaban en un pequeño circulo imaginario.
— Fue aquí — dije el hombre después de haber frenado en seco y mirar al horizonte, con la mirada algo perdida. — Me temo que no os puedo decir mucho más que eso. Floppy salió disparado hacía adelante, como su hubiera visto algo o qué sé yo...
— Vaya, suena algo raro... Nunca he tenido perros pero... — dije, reflexionando en voz alta.
Después de que Eri tomase toda la iniciativa y se pusiese la capa imaginaria de la salvadora de perros de Ōnindo, me levanté de mi asiento dejando un poquito de zumo todavía en el interior del vaso y seguí a ambos, tanto a la uzujin como al dueño de aquel local, que había aprovechado para cerrarlo ya que éramos los únicos clientes en aquel momento.
Ya en el exterior cruzamos las calles de aquel lugar hasta dejar atrás la pequeña población en la que me había reunido con aquella kunoichi y había sellado una especie de pacto para lograr dar con Juro. El tiempo y la experiencia me había enseñado que era importante saber escoger aliados para los momentos oportunos. Y pasados unos minutos nos detuvimos en un pequeño claro del bosque, parecía como que los árboles nos rodeaban en un pequeño circulo imaginario.
— Fue aquí — dije el hombre después de haber frenado en seco y mirar al horizonte, con la mirada algo perdida. — Me temo que no os puedo decir mucho más que eso. Floppy salió disparado hacía adelante, como su hubiera visto algo o qué sé yo...
— Vaya, suena algo raro... Nunca he tenido perros pero... — dije, reflexionando en voz alta.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa