10/02/2020, 23:50
Hana parecía una presa dando sus últimos golpes por su propia supervivencia, incapaz de alejarse de su presa que ya tenía los colmillos entorno a su blanco y dulce cuello. Eri la sujetó con fuerza, esperando que ella se dejase, pero Hana no se doblegó y como pudo, intentó darle un talonazo en su pecho, que esquivó girando y llevándosela consigo, quedando ella debajo para luego, con toda la fuerza que le quedaba, lanzándola lejos de ella.
Con rapidez volvió a poner ambos pies sobre la tierra del campo de entrenamiento, pero no dejó a la chica, y tras realizar una serie de sellos, lanzó dos cadenas a la rubia que salieron de sus propias palmas de las manos, dispuestas a apresarla.
Con rapidez volvió a poner ambos pies sobre la tierra del campo de entrenamiento, pero no dejó a la chica, y tras realizar una serie de sellos, lanzó dos cadenas a la rubia que salieron de sus propias palmas de las manos, dispuestas a apresarla.