14/02/2020, 21:08
—Eri-san, ¿estás bien?
¿Que si estaba bien? «¡De puta madre!» Pensó con ironía justo cuando propinaba el puñetazo al hombre. Claro que, si no hubiera sido por Yota, probablemente se hubiera llevado un par de golpes y no hubiera salido bien para del enfrentamiento, pero el chico estaba allí, y, con suerte, dejó fuera de combate al que acompañaba el hombre que estaba frente a ella.
Que no tardó en volver.
— ¡¡¡Muere, hija de puta!!!
Una katana adornaba ahora sus manos dispuesto a atravesar a su contrincante, pero ella, enfadada, no dejó que se acercase más de la cuenta pues, con una secuencia de sellos, unas cadenas salieron de las palmas de su mano y lo apresaron fuertemente.
—¿Qué hacemos con ellos? —preguntó, mirando a Yota.
¿Que si estaba bien? «¡De puta madre!» Pensó con ironía justo cuando propinaba el puñetazo al hombre. Claro que, si no hubiera sido por Yota, probablemente se hubiera llevado un par de golpes y no hubiera salido bien para del enfrentamiento, pero el chico estaba allí, y, con suerte, dejó fuera de combate al que acompañaba el hombre que estaba frente a ella.
Que no tardó en volver.
— ¡¡¡Muere, hija de puta!!!
Una katana adornaba ahora sus manos dispuesto a atravesar a su contrincante, pero ella, enfadada, no dejó que se acercase más de la cuenta pues, con una secuencia de sellos, unas cadenas salieron de las palmas de su mano y lo apresaron fuertemente.
—¿Qué hacemos con ellos? —preguntó, mirando a Yota.