15/02/2020, 13:41
— ¡Cuidado!
El filo de aquella wakizashi amenaza seriamente la integridad física de Uzumaki eri a medida que empezaba a descender pero, una vez más, la jōnin de Uzushiogakure sorprendió, mostrando una técnica de lo más increíble y de las palmas de sus mano surgieron unas cadenas de chakra que no solo evitaron que el agresor lo propinase un tajo a bocajarro, sino que, de paso le apresó. De esta forma, ambos agresores habían quedado inmovilizados por meterse con quien no debían. Desconocía los motivos que les habían movido por cometer aquella estupidez, pero lo cierto es que empezaba a importarme un comino.
—¿Qué hacemos con ellos?
La pelirroja, algo más calmado después de soltar toda aquella adrenalina, preguntaba aún con aquellas cadenas activas.
— Bueno, pues la verdad es que solo se me ocurren dos cosas, las cuales se resumen a acabar con su estúpida existencia o entregarlos y que confiesen ante el señor del bar
No tenía muy claro cuál de las dos opciones me gustaba más, el corazón me pedía a gritos la sangre de aquellos mal nacidos, pero la cabeza me decía que era una mejor opción entregarlos. Mi mano sostenía las esposas supresoras de chakra.
— Es tu jurisdicción y tu eres la jōnin, así que tendrás que decidir tu
«Yo te ayudaré con la decisión que tomes»
El filo de aquella wakizashi amenaza seriamente la integridad física de Uzumaki eri a medida que empezaba a descender pero, una vez más, la jōnin de Uzushiogakure sorprendió, mostrando una técnica de lo más increíble y de las palmas de sus mano surgieron unas cadenas de chakra que no solo evitaron que el agresor lo propinase un tajo a bocajarro, sino que, de paso le apresó. De esta forma, ambos agresores habían quedado inmovilizados por meterse con quien no debían. Desconocía los motivos que les habían movido por cometer aquella estupidez, pero lo cierto es que empezaba a importarme un comino.
—¿Qué hacemos con ellos?
La pelirroja, algo más calmado después de soltar toda aquella adrenalina, preguntaba aún con aquellas cadenas activas.
— Bueno, pues la verdad es que solo se me ocurren dos cosas, las cuales se resumen a acabar con su estúpida existencia o entregarlos y que confiesen ante el señor del bar
No tenía muy claro cuál de las dos opciones me gustaba más, el corazón me pedía a gritos la sangre de aquellos mal nacidos, pero la cabeza me decía que era una mejor opción entregarlos. Mi mano sostenía las esposas supresoras de chakra.
— Es tu jurisdicción y tu eres la jōnin, así que tendrás que decidir tu
«Yo te ayudaré con la decisión que tomes»
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa