16/02/2020, 00:17
—No, Hana, no tengo novio, verás.... Nabi y yo salimos durante un tiempo pero ahora no estamos juntos, él se encarga de entrenar perros con algún problema, ¿sabes? Antes fue shinobi, y uno muy bueno, además era un gran genin, como tú lo eres ahora. Supongo que debería hablarte un poco de mí, así nos iremos conociendo mejor para la próxima vez que tengamos que entrenar juntas.
— Oh... — esa onomatopeya resonó en la mente de la rubia.
No sabía muy bien qué decirle a continuación así que calló. ¿Decirle que lo sentía? No parecía que Eri tuviese problema alguno con el chico, o con lo que había pasado. Obviamente, una parte de ella quería entrar a cuchillo en el tema, preguntarle hasta cómo se cortaba las uñas de los pies, pasando por el como se conocieron, por qué rompieron y todo lo que tuviese que ver minimamente con su amor.
Era tanto por curiosidad como por aprender. Nadie la había enseñado qué era el amor romántico. ¿Cómo iba a reconocerlo? ¿Y si ya lo conocía? Decidió que lo mejor sería cambiar de tema, pero su sensei tenía otros planes para ella.
—Dime, Hana . ¿Tú tienes pareja?
— No. — respondió cortante. — No, no, no, no. No. Claro que no.
Ni ella sabía en qué estaba pensando para ponerse tan tensa. ¿Por qué demonios se ponía tan nerviosa? Era cierto, no tenía pareja. Entonces...
Agarró su vaso de agua fresca y se lo bebió del tirón, dando uno, dos y hasta tres tragos seguidos. Mucho mejor.
— ¿Por qué preguntas? — ¿había notado algo? ¡Si aún era joven para eso! ¿Qué había notado? ¿Eso se notaba?
Pero de verdad, ¿en qué estaba pensando? Solo estaba confundida, sí, eso era todo. Confundida. Muy confundida. Super duper confundida. Lo mejor era cambiar de tema y ver pasar los días hasta volver a verla. Sí, no, ¡no! ¿No?
— B-bueno, ¿qué has pedido para comer? Porque no me he enterado, al final.
— Oh... — esa onomatopeya resonó en la mente de la rubia.
No sabía muy bien qué decirle a continuación así que calló. ¿Decirle que lo sentía? No parecía que Eri tuviese problema alguno con el chico, o con lo que había pasado. Obviamente, una parte de ella quería entrar a cuchillo en el tema, preguntarle hasta cómo se cortaba las uñas de los pies, pasando por el como se conocieron, por qué rompieron y todo lo que tuviese que ver minimamente con su amor.
Era tanto por curiosidad como por aprender. Nadie la había enseñado qué era el amor romántico. ¿Cómo iba a reconocerlo? ¿Y si ya lo conocía? Decidió que lo mejor sería cambiar de tema, pero su sensei tenía otros planes para ella.
—Dime, Hana . ¿Tú tienes pareja?
— No. — respondió cortante. — No, no, no, no. No. Claro que no.
Ni ella sabía en qué estaba pensando para ponerse tan tensa. ¿Por qué demonios se ponía tan nerviosa? Era cierto, no tenía pareja. Entonces...
Agarró su vaso de agua fresca y se lo bebió del tirón, dando uno, dos y hasta tres tragos seguidos. Mucho mejor.
— ¿Por qué preguntas? — ¿había notado algo? ¡Si aún era joven para eso! ¿Qué había notado? ¿Eso se notaba?
Pero de verdad, ¿en qué estaba pensando? Solo estaba confundida, sí, eso era todo. Confundida. Muy confundida. Super duper confundida. Lo mejor era cambiar de tema y ver pasar los días hasta volver a verla. Sí, no, ¡no! ¿No?
— B-bueno, ¿qué has pedido para comer? Porque no me he enterado, al final.