27/02/2020, 20:23
Hana intentó atrapar a Hiroki, pero éste empezó a correr cual gallina sin cabeza cuando la rubia le cegó y le hizo imposible alcanzarlo. Al verle ir directo a un árbol, abrió la boca para advertirle.
— ¡Hiro...! — la kunoichi cerró los ojos un instante para evitar ver el golpe, aunque oyó el 'Plaf' que sonó cuando el shinobi hizo contacto con la madre naturaleza.
Al verle desplomarse, envainó la katana y se acercó, bastante preocupada.
—Este chico... Está bien, Hana, tú ganas el combate. Lo has hecho muy bien.
No tuvo la certeza si el calor que la invadía era orgullo o el resultado de las múltiples lesiones que acumulaba. Fue a contestarle y notó que tenía la boca llena de sangre, escupió al suelo, con cuidado de no salpicarle al inconsciente, una buena cantidad de sangre, seguramente del último puñetazo en la boca.
— Yo... Igual me he pasado, Eri-sensei. ¿Crees que Hiroki-san está bien?
Al principio había estado expectante del combate, pero ahora, viendole tirado en el suelo con cara de tonto y arañazos y heridas por ambas piernas, tenía dudas. Al fin y al cabo, era un compañero, no un enemigo. Igual podría haberse contenido un poco, aunque había empezado él a usar Ninjutsu.
Se encontraba sentada al lado del cuerpo inerte del shinobi, insegura de cómo manejar esa situación, no sabía tomar el pulso ni comprobar heridas ni nada. Miró a Eri esperando de su sabiduria de Jounin.
— ¡Hiro...! — la kunoichi cerró los ojos un instante para evitar ver el golpe, aunque oyó el 'Plaf' que sonó cuando el shinobi hizo contacto con la madre naturaleza.
Al verle desplomarse, envainó la katana y se acercó, bastante preocupada.
—Este chico... Está bien, Hana, tú ganas el combate. Lo has hecho muy bien.
No tuvo la certeza si el calor que la invadía era orgullo o el resultado de las múltiples lesiones que acumulaba. Fue a contestarle y notó que tenía la boca llena de sangre, escupió al suelo, con cuidado de no salpicarle al inconsciente, una buena cantidad de sangre, seguramente del último puñetazo en la boca.
— Yo... Igual me he pasado, Eri-sensei. ¿Crees que Hiroki-san está bien?
Al principio había estado expectante del combate, pero ahora, viendole tirado en el suelo con cara de tonto y arañazos y heridas por ambas piernas, tenía dudas. Al fin y al cabo, era un compañero, no un enemigo. Igual podría haberse contenido un poco, aunque había empezado él a usar Ninjutsu.
Se encontraba sentada al lado del cuerpo inerte del shinobi, insegura de cómo manejar esa situación, no sabía tomar el pulso ni comprobar heridas ni nada. Miró a Eri esperando de su sabiduria de Jounin.