2/03/2020, 20:23
Keisuke se frotó las manos otra vez, incómodo. Sin embargo, su tono de voz no flaqueó; parecía haber reunido algo de confianza o simplemente no era el culpable y era la presencia de dos ninja de la Tormenta lo que le intimidaba. A saber.
—Sí, claro, yo también estoy preocupado. La señora Kobayashi me da trabajo —replicó, sincero—. Todo esto de los espíritus... Es un mierdero. Ojalá que lo solucionen pronto, shinobi-dono. ¿Colaborar? Claro, yo les colaboro en lo que haga falta.
—Sí, claro, yo también estoy preocupado. La señora Kobayashi me da trabajo —replicó, sincero—. Todo esto de los espíritus... Es un mierdero. Ojalá que lo solucionen pronto, shinobi-dono. ¿Colaborar? Claro, yo les colaboro en lo que haga falta.