5/03/2020, 02:10
«El ganador… ¿de la primera competencia?» El Uchiha se quedó a cuadros. ¿Por eso lo reconocían? No por liquidarse a un jodido Uzukage del demonio. Ni por ser el Hijo del Desierto. O tan siquiera por bajarse a un puto General, no. Le reconocían por… por un concurso.
Juro, por otra parte, aseguraba que entendía que no todos los rumores llegasen a todas partes del mundo. Y sí, Datsue lo entendía también. De hecho, no estaba molesto. Quizá antaño lo hubiese estado, cuando tenía mucha tontería en el cuerpo y demasiado orgullo. Pero no ahora. Ahora solo estaba decepcionado.
—¿Cómo si fuera mucho más famoso? —dijo Datsue, repitiendo las palabras de la chica morena. No, no Datsue, sino…
«¡¡Shukaku!! ¿Q-qué coño…?»
—¿¡Cómo osáis!? ¿¡Cómo os atrevéis!? ¿¡Acaso no sabéis quién es!? ¡¿Acaso no sabéis quién SOY YO?! —Sus ojos brillaban, dorados, clavándose en las pupilas de cada una y cada uno como si ellos fuesen la cena y él estuviese muy, muy hambriento—. Preguntad a vuestros ancestros, pues ellos sí sabrán. Preguntad a vuestro instinto primitivo, ese que ahora os grita al oído que huyáis. Preguntad a vuestros genes, porque ellos, en el fondo, sí saben. Transmitido de generación en generación, ¡por lo que os conviene!
»Soy el mayor depredador de la humanidad. Soy el Padre del Desierto, Dios del Fūinjutsu, y el más grande de los Bijūs. ¡Soy el Gran Shukaku, y este de aquí es mi Hijo! ¡Más os vale recordarlo, o será lo último que olvidéis!
»¡JIA JIA JIA JIA JIAAA!
Y así, de la nada, Datsue recuperó su cuerpo. Sus ojos volvieron a ser los suyos. Sus labios volvieron a obedecerle a él, y solo a él. Y suya era también la responsabilidad de explicar qué cojones había pasado. En verdad, en aquellas circunstancias, el Uchiha tenía tan solo dos opciones. O afrontaba la situación como un hombre, yendo de frente, o…
¡Pluf!
O sí, se intercambiaba con el Kawarimi no Jutsu por una mujer de cabello tintado en rosa que acababa de aparecer por la entrada y desaparecía de allí cagando leches.
—¡¡¿¿EEEEEEEHHHHHHH??!! —chilló la mujer que acababa de caer sentada en la silla en la que momentos antes se encontraba Datsue. Mitad anonadada, mitad asustada de que se estuviese volviendo loca.
De Datsue ya no había ni rastro.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado